RAÚL MANDUJANO SERRANO
Desde muy temprano fueron llegando al Ángel de la Independencia. Eran miles de personas. De ahí saldrían al zócalo. La convocatoria se hizo a través de redes sociales y no, no era un tipo convocando, eran todos y todas invitando a marchar juntos contra la crisis económica, la desigualdad, la falta de oportunidades, la corrupción política… Se llama “Marcha Z” e inició en Asia. La distingue una bandera de “One Piece”, conocida como la Jolly Roger de los “Piratas del Sombrero de Paja”, que representa valores universales como la libertad y la resistencia frente a la injusticia. Es un movimiento que se ha extendido por todo el mundo.
Bastó una iniciativa para accionar a México y que se sumaran aquellas víctimas del México indolente, como madres y padres que buscan a sus hijos o hijas, o que los asesinaron; mujeres abusadas; padres que exigen medicamentos para el cáncer, la diabetes, la hipertensión; quienes fueron injustamente despedidos por negarse a militar en un partido político; maestros, mexicanos desplazados, campesinos limoneros, ganaderos, aguacateros, los del “movimiento del sombrero”, o aquellos amenazados por grupos criminales, como los que asesinaron al alcalde michoacano de Uruapan,
“¿No participarás?” Me pregunta Brenda, mi siempre amable waitress de esa antigua cafetería del centro histórico. “Yo sí -me dice-. Si ésta es la única forma en que podemos gritarles que ¡ya basta! que no queremos sus ‘bequitas miserables’, sino oportunidades para crecer, iré a gritarles” …
Desde que se anunció el día de la marcha, el gobierno comenzó a descalificarla con todo su aparato gubernamental: “que no eran jóvenes”, “que si la derecha”, “que si los neoliberales”, “que eran los mismos de siempre”, “que no los atacarían”, “que son ‘bots’ pagados” …
Nadie se concentra en el origen de esa multitudinaria expresión social y pareciera que “desde allá” se toman a broma la muerte de un líder limonero, de un alcalde al que casi culpan de su propia muerte. No hubo descanso para desestimar el alcance profuso de cientos de miles. Dijeron que fueron17 mil. Yo vi unos 150 mil. Tal vez solo el 20 por ciento era jóvenes, pero eso no fue un fracaso.
No es la intolerancia o sólo escuchar lo que te endulce los oídos lo que te hace mejor gobernante. Es comprender que hay miles de víctimas que merecen atención, en Tabasco, Campeche, Michoacán, Guerrero, el Edomex, Tamaulipas, Nuevo León, en todo el país. Esta no fue una marcha fallida, más bien fue una señal de que el país quiere sentir el respaldo enérgico de su presidenta, de sus gobiernos.
Brenda regresa. Llena de polvo químico de extintores. La Policía arremetió contra ellos dizque para “protegerse”, del “bloque negro”, ese grupo violento de infiltrados que destruyen para deslegitimar a las marchas. Los y las atacantes siempre visten de negro.
Banda criminal de mujeres en Metepec
Resulta que en el mercado de los lunes, que se instala en varias calles del centro de Metepec, actúan delictivamente un grupo de mujeres cuyo modus operandi consiste en que una o dos se colocan frente a ti para impedir tu paso, mientras que otras por detrás y empujando te roban el celular, la bolsa o cartera, y huyen sin que ni comerciantes se metan con ellas porque son agresivas y “las protegen los agentes” que no hacen nada contra ellas. Tan bonito que era ese tradicional mercado, generador de fuentes de empleo, pero, también es un nido de “ratas” y si, fui víctima de “esas”. Adiós a un IPhone 16 y a mis deseos de regresar a ese pueblo… Hasta otro Sótano.
Sobre la Firma
Crítico tenaz, maestro por convicción.
raul.mandujano.rm@gmail.com
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