Tepechitlán, Zac.- El mercado municipal de Tepechitlán rompió su habitual rutina el domingo por la mañana cuando el presidente municipal, Adolfo Cortez Santillán, fue agredido físicamente en un acto que subraya la grave tensión política interna. El edil, militante del Partido Acción Nacional (PAN), denunció públicamente una escalada de violencia en su contra, la cual involucra a la síndica y a familiares de esta, situación que lo obligó a solicitar protección urgente a las autoridades estatales por omisión de deber.
La espiral de confrontación se intensificó con incidentes específicos de agresión directa, derivados de profundas controversias sobre la administración de recursos y la ejecución de obras públicas. Cortez Santillán ha sido blanco de repetidos ataques desde que asumió su cargo. A inicios de la semana pasada, sufrió una agresión directa a golpes mientras estaba acompañado por su hijo, suceso que se sumó al incidente del 16 de abril, cuando un hombre lo persiguió armado con un bate de fierro.
El patrón de hostilidades alcanzó su punto más álgido recientemente, según relató el alcalde. El viernes, la síndica municipal, Elsa Luna Arellano, propinó una bofetada al edil. Solo dos días después, su hermano, José Cortez, lo tomó del cuello mientras desayunaba en un local del mercado. Estos eventos se desarrollaron en un ambiente de alta crispación, de la cual se tiene constancia en videos que circulan en redes sociales, donde ambos funcionarios intercambian acusaciones mutuas sobre las agresiones.
El origen de la disputa radica en la administración de licitaciones y recursos para proyectos esenciales, específicamente la reparación de las calles Abasolo y López Velarde. La síndica, apoyada por regidores y la tesorera municipal, señaló al presidente municipal de pretender elevar los costos de las obras sin ceñirse a los procedimientos establecidos.
La propuesta de la síndica cifraba el costo en dos millones 719 mil pesos para los proyectos, monto que contrastaba con los dos millones 816 mil pesos planteados por el alcalde, una diferencia de casi cien mil pesos. Cortez Santillán argumentó que la síndica y otros miembros del Cabildo intentan usurpar atribuciones que no les competen. Advirtió que, pese a sentirse “maniatado por el cabildo”, tomará las decisiones necesarias para cumplir con el mandato ciudadano.
Tras las agresiones, el alcalde formalizó una nueva denuncia ante el Ministerio Público de Tlaltenango de Sánchez Román. Posteriormente, fue trasladado a la capital de Zacatecas para que se le practicara un dictamen psicológico. El Fiscal General de Justicia del Estado, Cristian Paul Camacho Osnaya, confirmó la recepción de la solicitud de medidas de protección por parte del alcalde. No obstante, Cortez Santillán lamentó que las autoridades estatales “han hecho prácticamente caso omiso” a sus peticiones previas y que, hasta el momento, no ha recibido el respaldo de la Policía Estatal Preventiva (PEP).
El presidente municipal reiteró su exigencia a la Fiscalía General de Justicia para que le sean otorgadas medidas cautelares, al subrayar que la situación dentro del municipio “sigue complicada”. Cortez Santillán manifestó su profunda inquietud ante el clima de violencia que afecta a las autoridades municipales en el país, citando el reciente asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo Rodríguez, como evidencia de una “insensibilidad humana y gubernamental” que debe alarmar a todos los alcaldes de México.
El conflicto en Tepechitlán demuestra la fragilidad institucional cuando los desacuerdos políticos se dirimen por la vía de la fuerza física.
LNY | Redacción

