Matar, adicción sin remedios

RAÚL MANDUJANO SERRANO

Matar, adicción sin medicina… ni doctores. – Drones con cargas explosivas contra la gente, un adolescente drogado que mató a su propia madre…  El periodista reflexiona que, cada día, a toda hora, las imágenes de violencia se repiten una y otra vez. Se cometen homicidios como si se compraran teleras en el amasijo. Y la respuesta de la autoridad siempre es “se iniciaron las investigaciones”, o “se abrió una carpeta de investigación” pero no resuelven nada, y tampoco hay noticias frecuentes que digan que se impidió un atraco, o se detuvo a uno, a dos, a aquellos… Y cuando ocurre, pareciera más una forma de ‘taparle el ojo al macho’, que una acción efectiva e inteligente contra la delincuencia.

Se redactan leyes para inhibir la comisión de delitos ¿funciona? No. Se amplían sanciones y penas de cárcel para frenar a los delincuentes ¿funciona? No. Se promete, elección tras elección –federal, estatal o municipal-, combatir con eficiencia al hampa ¿Se logra? ¿Cumplen los que piden el voto? No, pero los gobiernos destinan presupuestos gigantescos a un renglón ineficiente. ¿Usted pagaría por algo que no le funciona? En México sí. Hasta se dan debates incansables para asignar recursos a lo que no sirve.

Mire, el INEGI presentó datos sobre las principales causas de muerte en México, y un renglón prominente son los homicidios. Cheque esto –refiere el amanuense-: de enero a junio de 2023, ocurrieron 15 mil 082 asesinatos, que colocan a este gobierno con 160 mil 594 homicidios durante esta administración. Una cifra dantesca, pero ¡ojo! no es que sea un gobierno peor que el de Peña Nieto, que en el mismo lapso registró 156 mil homicidios, no, incluso ni el de Zedillo, que en su sexenio tuvo 80 mil 671. Con Vicente Fox sucedieron 60 mil 280 y con Felipe Calderón 120 mil 463. No se trata de ver con quien hay más, sino de que a cada uno los distingue la muerte y la ineficiencia en este rubro. Estamos ante un panorama desolador e inservible en el que la gente, las víctimas, tienen que conformarse –Si bien les va-, con el pago de unos servicios funerarios baratos como dádiva de la inutilidad de servidores públicos. Y tristemente, nada les devolverá la vida y tampoco nunca tendrán justicia.

La cosa es que no sabemos en qué momento se descompuso esta sociedad, ni cómo frenar la violencia y la impunidad. Que todos anden armados, es un reflejo del miedo, la inseguridad y la victimización y si bien el programa de canje de armas era inicialmente una buena opción, hoy ya no lo es. En este país, todos, o la mayoría, quisieran estar armados para defenderse…

La del estribo.- “La Mataviejitas”

Mientras degusta de una quesadilla de chicharrón de moronitas con quesillo y salsa roja chilaca, el escribano recuerda que, por allá del 2006, en una conferencia de prensa pomposa, la PGJDF presentó a los medios de comunicación a Juana Barraza Samperio, a la que los reporteros de nota roja apodaron “la mataviejitas”, y así se daba carpetazo a 17 crímenes de ancianas ocurridos en la ciudad de México.

Esa mujer, hoy de 66 años y condenada a 759 años de prisión, dijo recientemente ser inocente, y culpó a la prensa de haber influido, con sus notas para que la sentenciaran. En México, el de siempre, construir culpables y dejar a otros en la impunidad es una historia de a diario. Muchos casos, por ser mediáticos, se resuelven rápidamente gracias a los reporteros, sobre todo los de la Nota Roja… esos auténticos desvergonzados. Hasta otro Sótano.

X: @raulmanduj