Zacatecas ciudad en eterna remodelación

RAÚL SILVA

Caminar por las céntricas calles de Zacatecas era una de mis rutinas favoritas, ya sea por trabajo u ocio. Y como no disfrutar de su imponente arquitectura con ese rosa de sus fachadas que contrasta con el intenso azul del cielo.

Por las tardes solía degustar una nieve de garrafa, un agua de frutas o un cuero preparado en compañía de mis amigos.

Nos sentábamos en las escalinatas del Portal de Rosales, después caminábamos por la Plaza de Armas o la plazuela Miguel Auza para observaba el devenir de los transeúntes en un ambiente típico de la provincia mexicana.

No todo el paisaje era perfecto, muchas veces se interpuso en la mira algunos obstáculos como andamios y vigas de madera envueltos en kilométricas mallas y plásticos negros. Y claro, montones de escombro sobre las aceras.

Era parte de los trabajos de remodelación del centro histórico. Y no es que yo esté en contra de ello, al contrario se agradece esa labor, pero no es agradable esquivar esos obstáculos.

El actual gobierno estatal ha emprendido el Plan Maestro del Centro Histórico, con el que se han iniciado una serie de regeneraciones de lugares típicos como la Catedral, la alameda y la plaza de armas.

Por ello, al parecer la capital zacatecana se ha convertido en la ciudad de la eterna remodelación; en muchos casos no ha quedado claro si son obras socialmente necesarias o prioritarias.

Se entiende que los edificios antiguos deben de preservarse, pero muchos de ellos son intervenidos sin una justificación razonable, y me pregunto: ¿Qué parámetros se usan para determinar si un sitio antiguo requiere una remodelación?.

Un proyecto de conservación de esta índole es altamente costoso, en el que se comprometen millones de pesos del erario público del estado y en algunas ocasiones se mezclan con los de la federación.

Por ejemplo, tan solo el proyecto de Iluminación escénica en edificios y calles del centro histórico tuvo un costo de alrededor de 30 millones de pesos.

Con ese recurso, se pudo iniciar la conservación de las 35 fincas que están a punto del colapso y que fueron detectadas por Protección Civil en esa zona de la ciudad. A esas nadie las atiende.

Las autoridades no han entendido que la declaratoria de Patrimonio Cultural de la Humanidad contempla 154 manzanas del Centro capitalino. Sin embargo, la preservación de inmuebles se enfoca únicamente en el primer cuadro de la ciudad, que abarca 14 cuadras alrededor de la avenida Hidalgo.

Mañana (lunes) llegará a Zacatecas una comitiva de migrantes para asistir al Quinto informe del gobernador Miguel Alonso y al festejo del Día del migrante. Estos serán recibidos con una callejoneada, mezcal y tambora zacatecana.

Además, habrá cientos de turistas que disfrutan de la Feria Nacional de Zacatecas (Fenaza), recientemente inaugurada.

Las calles de la ciudad son un caos con las remodelaciones que se hacen a la Plaza de Armas y la Alameda. Así que dudo mucho que los migrantes y los turistas puedan disfrutar al máximo de la capital.

Los dos proyectos de regeneración más polémicos de la actual administración han sido el de Plaza de Armas y la Alameda; grupos universitarios, ciudadanos y políticos han alzado la voz para argumentar su desacuerdo por ser obras socialmente innecesarias y de poco beneficio.

La Plaza de Armas está en proceso de regeneración para hacerle ajustes al estilo barroco, y se le asignó 27 millones de pesos, en tanto para la Alameda se etiquetaron más de 37 millones de pesos.

Con ese recurso bien se pudiera atender las escuelas del estado, ya que el Censo de Escuelas, maestros y alumnos de educación básica y especial del 2013, arrojó que de las 4 mil 798 planteles, el 20% no tienen agua potable, 43% no tienen drenaje.

Además, 8.5% no tienen luz, 6.9 no tienen sanitarios y 13% no tienen mesa bancos para los niños.

O se podría abonar una “boronita” al déficit financiero que ya prevé la Secretaría de Finanzas de Zacatecas para el cierre de año, que es de 2 mil 400 millones de pesos.

También pudieron haber invertido esos millones en la creación de vivienda digna y servicios básicos para los pobladores de Jiménez del Teúl, Genaro Codina, Mazapil y Pinos, que son los municipios más pobres del estado.

Los últimos estudios de Medición de la Pobreza por Municipios, que ha elaborado el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), así lo demuestra.

En Jiménez del Teúl el 85.7% de la población está en situación de pobreza, y el 36% vive en pobreza extrema; en Genaro Codina tiene una situación de pobreza extrema en el 28.1% de su población, Mazapil con un 22.15 y Pinos el 20.37%.

Hay algunas obras de conservación que si son justificables como el que se desarrolla en los museos Rafael y Pedro Coronel y Francisco Goitia. Para ello se destinó un presupuesto de 25 millones de pesos.

Esos se ubican en antiguos edificios, cuyos estragos han sido producidos por el tiempo y la humedad. Como el caso del templo de Santo Domingo, que su remodelación costó 6 millones de pesos y duró alrededor de 3 años.

Otro de los inmuebles que recientemente fue sometida a un proceso de conservación es la catedral basílica de Zacatecas, icónica de la arquitectura del centro histórico.

Los trabajos de conservación, mantenimiento y preservación duraron más de tres años, y se invirtieron más de 11 millones 612 mil pesos. Para variar, la obra se retrasó por las fallas y omisiones en las que incurrió la empresa IA Restaurare, a la que se pagó 9 millones 801 mil pesos por la restauración.

No me canso de presumir la belleza de la capital zacatecana, y como migrante me siento orgulloso de ella, y de que haya sido declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, en 1994.

Recuerdo que en mi último viaje a la Ciudad de México, conviví con algunos colegas de Jalisco, Colima, Coahuila, DF y hasta de España, y todos coincidieron que Zacatecas es una ciudad envidiablemente hermosa.

No he conocido a nadie que se atreva a negar la majestuosa perfección visual de nuestra ciudad, gracias al esplendor de sus fachadas rosadas, sus callejones caprichosos y sus plazuelas pintorescas.

Esas características son las que atraen a los turistas nacionales y extranjeros. En promedio, trimestralmente se atienden a alrededor de 83 mil 500 visitantes según datos de la Secretaría de Turismo de Zacatecas.

Los periodos de alto flujo de visitantes son las vacaciones decembrinas, de semana santa y de verano, y son los tiempos en que muchos paisanos regresan al terruño, ávidos de empaparse de sus raíces.

Por cada 100 turistas que llegan a Zacatecas, 80% son nacionales y provienen del DF, Estado de México, Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí y Puebla, principalmente.

El 20% restante son visitantes internacionales, de ellos el 12% provienen de Europa y 88% de Estados Unidos, muy seguramente, la mayoría son migrantes.

El costo-beneficio de las remodelaciones del centro es tener una ciudad más hermosa, que sea capaz de incrementar la afluencia turística a niveles más altos. Esperemos y el objetivo se cumpla…

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