Debo, lo niego, pago, tampoco

ALEJANDRO TELLO CRISTERNA* 
En los últimos días se han presentado al pleno de la Cámara de Senadores una serie de iniciativas referentes a establecer controles y disciplina financiera a las deudas de los estados y municipios de México.
Los endeudamientos, principalmente lo que a los estados se refiere, han sido una herramienta de ataque sistemático entre los distintos partidos políticos en nuestro país, sin embargo pocos son los actores que se han dado a la tarea de estudiar y analizar a fondo el fenómeno en mención y en su defecto simplemente optaron por emitir descalificaciones, declaraciones simplonas e incendiarias que solo buscan obtener atención.
Como orgulloso zacatecano, proveniente de una familia oriunda de esta tierra por generaciones, me duele ver como se han dañado estructuralmente las finanzas de mi entidad. Cuando el actual gobierno tomó las riendas de la administración, tuve la distinción inmerecida de ser nombrado secretario de finanzas, desde donde trate al límite de mis capacidades de hacer un papel digno y puedo orgullosamente decir, además honesto.
Nunca olvidare los primeros días de la administración, cuando después de una inexistente entrega – recepción fue necesario indagar, ir al fondo de cada uno de los temas financieros y como, poco a poco se fue armando la situación real que guardaba el estado en su hacienda publica.
Hoy que la vida me ha dado esta gran oportunidad de representar a mi estado en el Senado de la República, lo menos que puedo hacer es buscar que nunca más se repita un caso como el que a zacatecas le toco vivir.
La deuda pública que el estado de Zacatecas oficialmente presentaba al cierre de la administración que terminaba, era realmente relativamente pequeña, sin embargo a menos de un año de la nueva administración esta deuda era prácticamente 10 veces mayor.
¿Qué paso?, ¿Por qué sucedió esto?, ¿En menos de 12 meses el nuevo gobierno destrozó una economía de un estado?
La respuesta es muy sencilla y fácil de entender, claro para quien la quiere entender. La deuda que Zacatecas tenía registrada y reconocida ante la Secretaría de Hacienda, representaba solamente la correspondiente a los créditos bancarios a largo plazo autorizados por la legislatura local, sin embargo existían un gran cúmulo de montos que representaban fuertes compromisos financieros para la entidad y que de acuerdo a la legislación local no eran tipificados como deuda.
¿Es o no un compromiso financiero?
El deber millones de pesos al fisco.
El deber millones de pesos al fondo de pensiones.
El deber millones de pesos en cuotas de seguridad social de los trabajadores.
El deber millones de pesos a los subsistemas de educación.
El deber millones de pesos a los organismos de educación superior.
El deber pagar por décadas un proyecto prestación de servicios (PPS) por cierto en condiciones financieras desmesuradas.
El deber un considerable número de millonarios préstamos quirografarios a corto plazo con diferentes instituciones financieras.
El deber millones de pesos a la banca por la operación de cadenas productivas.
El deber millones de pesos por compromisos contraídos e incumplidos, minutados con diversos sindicatos.
El deber millones de pesos en aportaciones solidarias estatales al seguro popular.
El deber millones de pesos a proveedores.
El deber millones de pesos a constructores.
El deber millones de pesos de aportaciones contraídas a diversos fideicomisos.
¿Son o no compromisos financieros?
Ante el desastre, las calificadoras dieron un contundente castigo al estado, no soy quien para decir si existieron o no manejos al margen de la ley, la deuda no significa forzosamente indebidos manejos o desvío de recursos.
Indagar sus causas y orígenes es competencia de los entes fiscalizadores. Lo que nos correspondía hacer en una Secretaria de Finanzas era encontrar soluciones y viabilidad, no culpables.
En aquel momento lo que nos correspondió fue juntar todos y cada uno de los compromisos financieros ya existentes, ponerlos sobre la mesa transparentemente a la vista de todos y buscar mediante una estructura financiera adecuada, recobrar la credibilidad del sector financiero y obtener las mejores condiciones posibles para bien del estado.
Lo que paso en Zacatecas no debe volver a pasar nunca en ningún otro estado. Hoy debemos legislar y establecer reglas claras. Topes de endeudamiento, parámetros de financiamiento, mediciones regulares, acceso a condiciones justas y sanciones a quienes actúen en contrario.
Hoy en México debemos de promover la transparencia, la rendición de cuentas, el acceso de los ciudadanos a la información de las actividades y gastos de sus gobiernos.
En conclusión necesitamos generar el camino hacia finanzas equilibradas y sanas para estados y municipios. Estamos en camino de ello y muy pronto yo espero sea esto una realidad.
* Senador de la República
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