Ozzy Osbourne, vocalista de Black Sabbath, murió el martes a los 76 años. Su familia confirmó el deceso en un comunicado. El músico falleció en su casa, rodeado de sus seres queridos. La causa de muerte no fue revelada. Osbourne padecía Parkinson desde 2019. Su último concierto fue el 5 de julio en Birmingham.
El show reunió a la formación original de Black Sabbath después de dos décadas. Recibió 40 mil asistentes y 5.8 millones de espectadores en línea. Recaudó 190 millones de dólares para fundaciones contra el Parkinson y hospitales infantiles. Osbourne interpretó éxitos como “Crazy Train” y “Paranoid” desde un trono adaptado. Agradeció a sus fans con emoción.
Osbourne nació en Birmingham el 3 de diciembre de 1948. Fundó Black Sabbath en 1968, definiendo el sonido del heavy metal. Álbumes como Paranoid (1970) se convirtieron en clásicos. Su carrera solista, iniciada en 1980, lo consolidó como ícono global. Trabajó con guitarristas legendarios como Randy Rhoads y Zakk Wylde.
Su vida personal fue tan mediática como su música. Superó adicciones y protagonizó el reality The Osbournes. A pesar de sus problemas de salud, mantuvo actividad artística hasta sus últimos días. Deja un legado que influenció generaciones. La familia pidió privacidad. No se anunciaron ceremonias públicas.
LNY/Redacción