Jalpa, Zac.- La colonia Tlacaélel, en Chalchisco, Jalpa, es hoy un símbolo de lucha contra la marginación. Con 300 lotes de 120 metros cuadrados entregados, el proyecto —liderado por los activistas José Manuel Torres y Alejandra Navarro— demuestra cómo la organización comunal puede enfrentar la crisis de vivienda en México. Pero detrás del avance hay una crítica mordaz: el Estado ha fallado.
El domingo, durante el segundo aniversario de la colonia —nombrada en honor al estratega mexica Tlacaélel—, Osvaldo Ávila Tizcareño, líder de Antorcha en Zacatecas, no evitó señalar la raíz del problema: “Los ricos acaparan la riqueza, mientras millones carecen de un techo, aunque la Constitución lo garantice”. Datos oficiales respaldan su reclamo: cada año, 650 mil nuevas familias buscan hogar, pero el mercado inmobiliario y la falta de políticas públicas profundizan el déficit.
Torres, uno de los coordinadores, fue más allá: “Sin organización, los pobres no obtendrán nada”. Las calles trazadas, la electrificación en marcha y las gestiones para agua y drenaje son logros concretos, pero insuficientes. Jalpa replica un drama nacional: sin presión social, los gobiernos ignoran a los trabajadores.
Ávila cerró con un llamado radical: “Necesitamos un partido que dispute el poder y gobierne para los desposeídos”. La colonia Tlacaélel es, así, un triunfo local y un recordatorio de que la batalla por la vivienda digna exige cambiar las reglas del juego.
LNY/Redacción