TLC con Perú sacrifica al agro mexicano: Antonio Mejía
México, DF.- El Senado de la República no debe ratificar el Acuerdo de Integración Comercial México- Perú en los términos en que fue firmado por el gobierno federal, ya que una vez más se sacrifica al sector agropecuario al poner en riesgo a 16 productos sensibles como aguacate, chile seco, frijol, ajo, cebolla, plátano y cítricos, que representan el 13 por ciento de la superficie sembrada en México y el 17 por ciento del PIB agropecuario nacional, aseguró el senador del PRD, Antonio Mejía Haro.
En el marco de la mesa de diálogo entre representantes del gobierno federal, del sector agroalimentario y senadores, el legislador por Zacatecas explicó que los productos sensibles que se verían afectados con la ratificación del tratado comercial con Perú “representan tres millones de hectáreas, es decir, 13 por ciento de la superficie sembrada en México; con un valor de producción de aproximadamente 78 millones de pesos, que es el 17 por ciento del PIB agropecuario”.
Comentó que el acuerdo comercial México-Perú afectaría a aproximadamente 400 mil productores nacionales que generan más de un millón de empleos directos, sobre todo de estados pobres, marginados y con altos índices de migración como Zacatecas, Michoacán, Chiapas, Aguascalientes, Durango, Chihuahua, Tabasco y Guanajuato.
“No nos oponemos al TLC México- Perú en sectores como el automotriz, minero, industrial o servicios que, según el Ejecutivo federal, saldrían beneficiados; lo que buscamos es que a todos los sectores les vaya bien, por eso nos oponemos a que como siempre el sector sacrificado sea el agropecuario, el campo.
El libre comercio ofrece ventajas siempre y cuando el abanico productivo de los países sea complementario, es decir, favorezca el intercambio; pero en este caso no es así, México y Perú no se complementan sino que compiten y de manera desfavorable para los productores mexicanos en productos sensibles como: chile seco, ajo, frijol, papa, cebolla, uva, aguacate, frijol, plátano, cítricos, mango, productos pesqueros y leche”, indicó.
“Los cultivos de estos productos son fuentes importantes de empleo y si se ven afectados la quiebra de los productores va a conllevar a que haya más pobreza, más marginación y que, desde luego, se eleven los índices de migración hacia los Estados Unidos”, dijo.
Mejía Haro aseguró que México y Perú son países diferentes en materia económica, “nuestra nación genera un PIB siete veces mayor, tiene una población cuatro meses mayor, un ingreso por habitante dos veces superior y un territorio 60 por ciento más extenso (…); sin embargo, el sector agropecuario de México es menor al de Perú. El crecimiento de la producción agropecuaria de aquel país en la última década ha sido en promedio 50 por ciento superior al nuestro”, aseveró.
Indicó que Perú tiene ventajas climatológicas, mejor dotación de recursos naturales, como la disponibilidad de agua, y precios accesibles en productos e infraestructura para el cultivo, por lo que los costos de producción son 20 a 50 por ciento más baratos en comparación con México, situación que pone en riesgo la producción nacional.
Además, el senador del PRD comentó que la importación de alimentos implica riesgos fitozoosanitarios que pueden afectar la totalidad de la producción nacional y el cierre de mercados internacionales, “porque aunque entren a territorio nacional en pequeñas cantidades, Perú no tiene controles de inspección y verificación eficientes”.
Celebró el diálogo entre legisladores, representantes del gobierno federal y de los productores nacionales, entre ellos: Juan Alberto Laborín Gómez (uva), Adrián Prats Leal (plátano), Vicente Gómez Cobos (leche), Ausencio Mata Medina (cítricos) y Ana Cecilia Ríos (papa).