Zacatecas, Zac.- Zacatecas entra al camino de 2027 sin un ganador claro y con una advertencia nítida: nadie tiene margen para confiarse. La más reciente encuesta de LaEncuesta.mx dibuja un escenario cerrado, tenso, donde los bloques políticos avanzan casi a la par y cualquier error puede costar la elección.
El dato que ordena toda la lectura es simple y contundente. La alianza Morena-PT-PVEM alcanza 38.1% de la intención de voto, mientras que la eventual coalición PAN-PRI suma 40.6%. La diferencia es de apenas 2.5 puntos. Con un margen de error de más o menos 3.5, esa ventaja se evapora. En términos reales, hoy no hay puntero. Hay empate.
Ese equilibrio no surge de la fortaleza absoluta de un bloque, sino de debilidades compartidas. Morena sigue siendo la fuerza individual más grande del estado, con 33.1%, un nivel que confirma que conserva un respaldo sólido. Pero ya no alcanza solo. Su ventaja histórica se diluye cuando la oposición se agrupa y cuando sus aliados pesan tanto —o más— que el partido dominante.
El caso del Partido del Trabajo es clave para entender esta elección. Con 19.6% de intención de voto, el PT aparece como una fuerza inusualmente competitiva en Zacatecas. Está a poco más de un punto del PRI y muy por encima del PAN. Este dato no es anecdótico: revela que una parte importante del voto que hoy sostiene al bloque gobernante no pertenece orgánicamente a Morena. Depende de acuerdos, de disciplina interna y de una candidatura que logre contener a todos. Sin esa cohesión, ese capital puede fragmentarse.
Del otro lado, la oposición tradicional muestra una lógica inversa. PAN y PRI, por separado, no deslumbran. El PAN queda relegado con 8.8% y el PRI se sostiene en 20.9%. Sin embargo, juntos logran colocarse en plena competencia. Su viabilidad no está en las marcas individuales, sino en la suma. Si esa suma falla, el proyecto se debilita; si se mantiene, el oficialismo queda expuesto.
En medio de estos dos bloques aparece Movimiento Ciudadano, como una incógnita que altera los cálculos. Medido como partido, apenas registra 3.5%. Pero cuando se lo coloca en escenarios más amplios, su respaldo trepa hasta 13.8%. Ese salto no responde a una identidad partidaria consolidada, sino a otra lógica: el voto de quienes no se sienten representados por ninguno de los dos polos y buscan una tercera vía, aunque todavía no esté del todo definida.
Ese comportamiento vuelve a MC una pieza ambigua. Puede fragmentar el voto opositor y beneficiar indirectamente a Morena. O puede crecer en sectores específicos y restarle apoyos al oficialismo. Su impacto final dependerá menos de la marca que de las candidaturas y del clima político que se construya en los próximos meses.
El contexto metodológico refuerza la idea de cautela. La encuesta se levantó entre el 12 y el 14 de diciembre de 2025, con mil 200 entrevistas telefónicas mediante sistema CATI.
La tasa de rechazo, superior al 55%, es alta y obliga a leer los resultados como una fotografía aproximada, no como una predicción cerrada. Hay sectores que no responden, que se esconden o que prefieren no declarar su voto, y en elecciones cerradas ese silencio puede ser decisivo.
Todo converge en una misma conclusión analítica: Zacatecas se encamina a una elección de márgenes mínimos. No será una disputa de arrastre nacional ni de marcas dominantes. Será una elección de detalles, de acuerdos internos, de fugas y retenciones. Cada punto porcentual cuenta. Cada alianza pesa. Y cada error puede inclinar la balanza.
La encuesta no dice quién va a ganar. Dice algo más importante: que nadie puede darse por ganador. En Zacatecas, el poder está en juego y, por ahora, está exactamente en el centro del tablero.
Sobre la Firma
Periodista especializada en política y seguridad ciudadana.
claudia.valdesdiaz@gmail.com
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