Los invisibles niños de la calle

RAÚL MANDUJANO SERRANO

Vera Usted –refiere el hacedor de los evangelios profanos-, apenas circulé sobre la avenida Hidalgo, justo atrás de la Fiscalía mexiquense y observé a una mujer indígena en la esquina, intentando hacer malabares con un par de naranjas, mientras que sus tres hijos pequeños, no mayores de 7 años de edad, intentaban subir a los vehículos para limpiar sus parabrisas; una triste imagen, sin duda, pero recurrente en todo el país y, sobre todo, en aquellas naciones con tendencias socialistas o de inestabilidad política..

Y agrega en amanuense, en países neoliberales, conservadores o capitalistas, la protección a la infancia, a la niñez, es fundamental. No hay niños de esa nacionalidad en la calle ¡ojo! Si hay menores en esa situación, pero son en su mayoría migrantes indígenas. En Estados Unidos, por ejemplo, se tiene un registro de más de 4 millones de niños y jóvenes que viven en las calles y que, de acuerdo con la División de Servicios de Protección al Menor, que rige la salvaguarda de la infancia allá, el 70 por ciento de ellos, los migrantes, de entre 10 y 17 años, provienen de México, Guatemala, Honduras y Haití, que llegaron de manera ilegal y forman parte, en su mayoría, de pandillas que los usan para venta y distribución de drogas.

En la Ciudad de México, por ejemplo, de acuerdo con cifras del INEGI y la UNICEF, existen más de 14 mil niños que viven y trabajan en las calles, que viven en alcantarillas y vecindades, y que en su mayoría son indígenas que huyeron de sus casas por violencia en el hogar y que son víctimas también de las drogas.

Lo mismo pasa en el Estado de México. En un estudio realizado por la CONEVAL en 2018, se tenía un registro de 3.2 millones de niños, en condición de pobreza extrema, de los cuales, más de 15 mil viven o laboran en las calles. La cifra podría haber cambiado, pero las causas por las que ahí viven o trabajan, en ambas entidades, son diversas, y van desde los flujos migratorios, pobreza, desintegración social, abandono, maltrato y violencia familiar. Su destino con frecuencia llega a ser la discriminación, el consumo de drogas, la explotación laboral, la prostitución, el acoso policial y la delincuencia.

Ahora bien, en un estudio realizado por la UAEMex, del investigador Herrera Bautista, en esta ciudad de Toluca, se tienen identificados 106 niños en situación de calle, que son indígenas dedicados a la venta de verduras, boleros, venta de dulces, limpiaparabrisas, en fin. Usted seguramente los ha visto, y en situación tan lamentable, que piensa que una moneda les ayudará. Yo no creo que eso los ayude, pero si es claro que, ante esta situación, muchos volteamos el rostro y los hacemos invisibles, a menos que estemos en campaña y nos tomemos fotos con ellos prometiendo apoyarlos, que, al fin, prometer no empobrece…

Colofón. – Promueve ISSEMYM Jornada Nacional de Salud Pública 

Mientras degusta de un plato de una picosa pancita acompañada de un bolillo de amasijo al puro estilo de Don Carlos, el creador de los mensajes irreverentes lee una buena noticia, el ISSEMYM promueve entre su comunidad afiliada, una Jornada Nacional de Salud Pública, para promover vacunas contra el tétanos, influenza y virus del papiloma, además de antiparasitarios, suero y vitaminas. Enhorabuena al Instituto y a su titular, Bertha Alicia Casado Medina, quien rendirá la siguiente semana su informe anual de actividades ante el Consejo Directivo, y que seguro, dará buenas cuentas… Hasta otro Sótano.

Twitter @raulmanduj