Los males del país crecen, la embestida arrecia, ¡fortalezcamos la unidad!

OSVALDO ÁVILA TIZCAREÑO

El país vive una crisis prácticamente en todos los ámbitos que está impactando a la mayoría de los mexicanos y que a pesar de los intentos del presidente López Obrador por desestimarla, son millones de ciudadanos los que diariamente sufren para sobrevivir a tan grave calamidad que llegó con Morena y se agravó por la pandemia.

El efecto es multilateral y un problema que inició en el ámbito de la salud hoy ha implicado casi un millón de enfermos del COVID-19 y cerca de 85 mil vidas humanas que se han perdido, no hay duda, la estrategia del presidente y del Dr. López Gatell ha resultado errática en absoluto y la consecuencia ha sido la prolongación de la enfermedad y el fallecimiento de miles que son llorados por sus familiares.

Como efecto dominó, ahora las consecuencias de la pandemia se han traducido en implicaciones económicas que ha generado una contracción económica de -18% y la pérdida de 12 millones de empleos formales generando la imposibilidad de resolver los problemas más elementales de cualquier familia de nuestro país.

A lo anterior se suma el absoluto fracaso de estrategia de seguridad que basada en la repartición de abrazos, no balazos, ha generado un baño de sangre que establece una cifra récord con relación a las dos administraciones anteriores, hoy se contabilizan más de 60 mil muertes violentas, cifra muy superior a los dos sexenios pasados.

Pero las calamidades también se manifiestan en el ámbito de la educación, los padres hoy tienen la responsabilidad de hacerse cargo de la instrucción de sus hijos, realizando las tareas y estando horas pegados a un televisor, cuando muchos adultos no saben siquiera leer.

Y para colmo de males, vivimos también una crisis política producto de la polarización social promovida por el presidente, a tal enrarecimiento, se suma la persecución emprendida por el jefe del ejecutivo contra todo aquel que piense distinto y de las calumnias ha pasado a las acciones represivas como la confiscación de cuentas, tal como sucedió a los campesinos de Chihuahua y a nuestros compañeros Antorchistas que con procesos ilegales hoy se les persigue aumentando las víctimas de la política de AMLO.

Amparados en ese ejemplo, algunos Gobernadores y Alcaldes han secundado el proceder, tres ejemplos recientes dan cuenta de ello: en el estado de Coahuila, la semana pasada fue encarcelado el Prof. Ignacio Cruz Tobon, líder importante de la región Lagunera a quien el gobierno priísta del estado le fabricó delitos; el pasado martes por la noche fueron injustamente detenidos 4 profesores que realizaban pintas de denuncia contra él morenita Fernando Vilchis en Ecatepec, estado de México y como cereza del helado fueron secuestrados 4 activistas de Veracruz presuntamente víctimas también de actos represivos del gobierno morenista a cargo de Cuitláhuac García Jiménez.

Está claro, estamos ante una embestida encaminada a desaparecernos como movimiento político y organización de lucha por mejorar las condiciones de vida de millones de mexicanos que carecen de obras y servicios elementales. ¿Qué hacer ante esta circunstancia? La respuesta es clara, si los males se acentúan no hay otro camino que fortalecer la unidad y arreciar el paso para denunciar a estos falsos redentores y castigarlos en las urnas el próximo año, llamemos masivamente a los mexicanos empobrecidos y despreciados por la 4T a sumar su esfuerzo para depositar en el basurero de la historia a estos enemigos del pueblo.