Solidaridad y reconocimiento al personal de salud

JACOBO CRUZ

El personal de salud de Zacatecas y de todo el país ha sido sometido a un ritmo de trabajo muy intenso, a tensión y riesgos como poco se había visto en la historia reciente del México poniendo a prueba sus conocimientos, capacidades técnicas y científicas, pero al mismo tiempo evidenció el abandono en que se tienen a los  hospitales y la carencia de equipo adecuado para hacer frente a contingencias como la generada por el COVID-19 que al día de hoy, 23 de abril, alcanzó la cifra de 11 mil 663 infectados y mil 69 muertes.

A casi año y medio de que Andrés Manuel López Obrador arribó a la Presidencia de la República, no se ha sentido el respaldo ni el cambio que el de la Cuarta Transformación les prometió y también les aplicó la fórmula general de dividir y etiquetarlos en fifís a aquellos que no compartían sus puntos de vista y desde luego aplaudir a cierto sector que se unió a su proyecto.

Ahora la pandemia ha puesto a cada uno en su lugar, a todos los trabajadores de la salud los ha hecho saber lo importante que son para promover y curar a los mexicanos, está templando su carácter y compromiso social, por lo que médicos, enfermeras, camilleros, chóferes de ambulancia y otros trabajadores que intervienen el algún punto relacionado con la salud, sobre todo en hospitales del sector público están entregados a su labor haciendo valer el juramento hipocrático:

[En el momento de ser admitido entre los miembros de la profesión médica, me comprometo solemnemente a consagrar mi vida al servicio de la humanidad; conservaré a mis maestros el respeto y el reconocimiento del que son acreedores; desempeñaré mi arte con conciencia y dignidad.; la salud y la vida del enfermo serán las primeras de mis preocupaciones…]. Sabemos que este principio es una cuestión meramente moral y de principios, pero estoy seguro de que la mayoría de los profesionales de la salud tratan de aplicarlo en el desempeño de su profesión.

Pues bien, ante esta problemática el gobierno de la Cuarta Transformación se mostró muy escéptico, poco serio y desinteresado ante las medidas anunciadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pues el mismo López Obrador fue el promotor del desorden cuando, por un lado, Hugo López-Gatell, Subsecretario de Salud decía que había que aplicar acciones como la sana distancia, el presidente se reía e invitaba a salir con la familia a darse abrazos y besos.

No es la primera vez que López Obrador se ha mostrado soberbio ante problemas que requieren de atención y a pesar de que los especialistas dan sus opiniones sigue poniendo en ridículo a sus colaboradores arruinando sus planteamientos con chistoretes y frases que calcula le darán buena percepción ante los mexicanos, ya que aún muchos de ellos creen ciegamente en sus acciones.

Las calamidades que azotan al país son parte de esa formación desviada del mandatario y como prueba de ello ahora los médicos y enfermeras, quienes atienden directamente a los pacientes de Covid aseguran que en los hospitales no se les proporcionan trajes, guantes y lentes especiales para cuidar su salud y no se les dan instrucciones precisas sobre lo que llaman el protocolo de cómo recibir y cómo tratar a los enfermos infectados de coronavirus, lo que ha ocasionado que muchos estén contagiados.

El día de ayer también se manifestó en Zacatecas un grupo numeroso de trabajadores con la misma denuncia:  exigen insumos suficientes y de calidad para proteger su vida y realizar su trabajo eficazmente, pero junto con ello están reivindicando su derecho a la protesta pública y dejando ver que poco cambió en el sector salud con la llegada de la 4T, por ejemplo en el municipio de Fresnillo el hospital sigue sin terminarse a pesar que autoridades locales le han solicitado reiteradamente los recursos pero es la hora que no llega el dinero para atender la salud de los pobres.  Por otro lado, las cadenas de hospitales privados se extienden y presumen sus dignas instalaciones, en cambio en el IMSS o ISSSTE en tiempos normales, nótese, no durante problemas como el actual, no hay batas, vendas o material de curación para cuestiones menores, y ya uno se imagina como estarán ahora que se ha declarado la Fase 3.

Y si las infecciones se disparan masivamente como puede suceder afectando también al personal de salud: -médicos, enfermeras, camilleros y choferes- ya nadie podrá curarnos porque estarán enfermos también, por eso urge que el pueblo pobre se sume a su defensa y exija que se les garantice en primer lugar la debida protección a ellos, para que puedan curar a quienes lo necesiten.

Porque sucede algo contrario, como han denunciado esa falta de protección, la opinión pública deduce que pueden estar contagiados y en consecuencia la gente evita contacto con ellos ocasionándose ataques en distintos puntos de la nación, pero sin descubrir o a los verdaderos culpables del desabasto de insumos que son en primer lugar el titular de la Secretaría de Salud Federal y el presidente de México. Hoy es urgente que los mexicanos nobles e inteligentes se sumen a la exigencia de protección y respaldo del equipo de salud que tenemos, démonos cuenta de que ellos también son víctimas de la soberbia de López Obrador, y del virus letal que hoy pone a prueba a toda la humanidad.