El retrógrado combate a la violencia

RAÚL MANDUJANO SERRANO

A veces –piensa melancólico el amanuense- cuando uno opina o escribe, quisiera hacerlo pensando en que todas y todos, quienes salen de su hogar, regresarán sanos y salvos, y que la información que recibirán día a día este bañada de bendiciones. Al comunicador le toca dar a conocer noticias, unas desafortunadas y otras más empero, informar sobre violencia se ha vuelto más que cotidiano y hace del emisario de la información un ser herido.

No bastan los discursos políticos sobre combate, porque al final la palabra nos lleva a confrontación y a la guerra, ni los esperanzadores mensajes cuando a bordo de las unidades del transporte los asaltos continúan sin tregua e impunes.

Hitler, el más xenofóbico y racista ser en el planeta, expresaba en uno de sus discursos que «con humanidad y democracia nunca han sido liberados los pueblos» y aunque duela así parece. La violencia se ha apoderado de la ignorancia para atender esta urgente demanda social, los legisladores inertes buscan crear leyes para detentar el poder a través de sus partidos y los gobernantes no encuentran en su nula experiencia social respuestas a las promesas de campaña.

La solución para muchos como Donald Trump sería acabar con la pobreza deshaciéndose de los pobres. Hitler afirmaba en otro de sus discursos que “debe procurar que sólo engendren hijos los individuos sanos, porque el hecho de que personas enfermas o incapaces pongan hijos en el mundo es una desgracia, en tanto que el abstenerse de hacerlo es un acto altamente honroso” y nuestras calles se violentan con la presencia de hijos procreados en el abandono.

Y pareciera ser que los mensajes son duros, pero llevan algo de cierto. Trump refirió “¿Por qué tenemos toda esta gente de países de mierda viniendo aquí?”, en enero de 2018, refiriéndose a los países africanos, a Haití y a El Salvador, de acuerdo con personas que estuvieron en una reunión sobre inmigración en la Casa Blanca, según reportó el Washington Post y pudo confirmar CNN.

Antes de las elecciones que le dieron el triunfo como presidente mencionó “Pido el voto de cada negro que hay en este país. ¿Qué pueden perder? Viven en la pobreza, sus colegios son malos, no tienen trabajo, el 58% de su juventud está desempleada… ¿qué demonios pueden perder?”, dijo en agosto de 2016, dos meses antes de las elecciones presidenciales y de México refirió “Cuando México envía a su gente, no envía lo mejor, no envía gente como tú o como tú. Están enviando gente con montones de problemas. Están trayendo drogas, están trayendo crimen, son violadores y algunos, asumo, que son buenas personas”, dijo cuándo comenzó su campaña en junio de 2015.

Hoy sus mensajes xenofóbicos y racistas, su mediocre formación de supremacía, rencor y herencia del kukuxklán provocan muerte. Las víctimas son mexicanos y latinos. Los migrantes no entrarán a ese país y menos por cuestiones de humanidad.

Y mientras, en las calles de este país, nadie puede frenar la violencia y sin desearlo, porque así tendría que ser, la ineficiencia conduce a la gente a comprar armas en el clandestinaje y matar a quienes creen son criminales. No son temas distintos, todos tienen el mismo origen

Colofón. Recupérate Isa

Hoy no hay comida. Nuestra compañera periodista Isabel Blancas se tomó un reposo y anda en el hospital cuidándose de unos conflictos del cuerpo humano. Tan luchadora como es, lo más probable es que me acompañé muy pronto a comer chamorro con muchas verdurales y agua sin azúcar. Hasta otro Sótano.

Twitter: @raulmanduj

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