La Guadalupana, entre las ferias de Zacatecas y las causas de los migrantes

RAÚL SILVA
Para la comunidad migrante, diciembre es uno de los meses más emotivos del año, pero también el de la nostalgia. Por estas fechas algunos municipios zacatecanos celebran sus ferias regionales.

Por ejemplo, en mi querido Tabasco se festeja el 473 aniversario de su fundación y se enmarca con el docenario de la Virgen de Guadalupe. Además están las ferias de Guadalupe, Calera, Valparaíso, Villa García, entre otros.

Muchos de los zacatecanos que vivimos en Estados Unidos guardamos nuestros deseos de estar ahí, no podemos ir a nuestras ferias por el trabajo, los costos del viaje o por no tener un estatus legal.

Durante el periodo vacacional decembrino retornan al estado unos 40 mil zacatecanos, de acuerdo a estadísticas de la Caravana Migrante, que desde hace unos cuatro años se realiza.

Algo ocurre estando de este lado de la frontera, es inexplicable, pero el fervor guadalupano es más intenso, y un nudo en la garganta nos trunca la voz por extrañar nuestro terruño.

Muchos paisanos se sentirán identificados con lo que escribo, porque la nostalgia nos causa heridas emocionales, pues nos perdemos de nuestras fiestas patronales.

Recordar es vivir, y yo recuerdo el 12 de diciembre amenizado con música de banda, castillos de fuegos artificiales, los juegos mecánicos, los puestos comerciales y el jolgorio popular.

Aquí en Washington, las iglesias católicas se llenaron de fieles para dar las mañanitas a la Virgen de Guadalupe. Era como estar en México, el fervor hacia la reina del cielo es inmenso.

Miles de migrantes hispanos nos levantamos con la bendición de la virgen morena para que nos vaya bien en nuestra jornada laboral, para que cuide de nuestras familias.

Todo esto me resulta tan irónico. Cuando estaba en Zacatecas no sentía este amor hacía mi pueblo, no sentía esa devoción hacia la virgen. Pero aquí, en Estados Unidos, siento un elevador en mis tripas.

El fervor guadalupano va más allá de las ferias regionales, pues la Virgen del Tepeyac se ha erigido como un estandarte de la comunidad migrante en Estados Unidos.

La comunidad hispana de este país aprovecha el 12 de diciembre para pedirle a la reina que se apruebe una reforma migratoria y cesen las deportaciones.

La virgen de Guadalupe es quizá la imagen más respetada por los hispanos. Es el símbolo que une, por encima de nacionalidades y razas, a los hispanos en Estados Unidos, ha comentado Carlos Velázquez, vicepresidente de comunicaciones de H&M Associates, empresa dedica al mercadeo social de campañas de salud entre la comunidad latina.

Por ello, no es de extrañar que el 12 de diciembre sea una fecha tan importante para los poco más de 30 millones de latinos católicos que radican en la Unión Americana.

En los últimos años, el número de devotos de la Virgen se ha multiplicado en Nueva York, Chicago, Houston, Fresno, Los Ángeles o Maryland. A mayor crisis, persecución e incertidumbre, es más grande el número de inmigrantes que buscan consuelo en la Virgen”, aseguró el padre Richard Estrada, de la Iglesia de la Placita Olvera, en Los Ángeles.

A la Virgen de Guadalupe se le rinde tributo en Los Ángeles desde hace ya más de 80 años, pero los festejos se han multiplicado por todo el país conforme ha avanzado la inmigración hispana en Estados Unidos.

Me siento orgulloso de ser mexicano, de aceptar que soy devoto de la Virgen, de ser migrante y de amar a Tabasco, Zacatecas.

* Periodista Independiente

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