Ciudad de México.- La Estrategia Nacional contra la Extorsión, que entrará en vigor el 1 de agosto, priorizará ocho entidades donde se concentra el 66% de estos delitos: Estado de México, Ciudad de México, Guanajuato, Nuevo León, Veracruz, Jalisco, Michoacán y Guerrero. Así lo anunció Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), en un operativo interinstitucional que involucra a las fuerzas armadas, la Guardia Nacional y la Fiscalía General de la República (FGR).
El plan busca frenar un delito que opera desde llamadas telefónicas —en su mayoría originadas en centros penitenciarios— hasta el cobro de piso presencial. Sin revelar cifras nacionales, García Harfuch admitió que la extorsión ha escalado, aunque destacó 30 detenciones recientes contra presuntos integrantes de redes criminales en Michoacán, Tabasco, Zacatecas y Quintana Roo, entre otros estados.
La nueva Ley del Sistema Nacional de Investigación e Inteligencia, aprobada recientemente, será clave para desmantelar células criminales, aseguró. La estrategia incluirá el congelamiento de cuentas bancarias ligadas a extorsiones —con apoyo de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF)—, bloqueo de líneas telefónicas usadas para amenazas y operativos en prisiones para incautar dispositivos ilegales.
Además, se habilitará el 089 para denuncias anónimas, se capacitará a empleados hoteleros contra secuestros virtuales y se lanzará una campaña mediática. García Harfuch reconoció que, de marzo a la fecha, el Observatorio de Seguridad Ciudadana —activo en 20 estados— ha derivado 60 casos de secuestro y extorsión a la SSPC.
En la presentación, acompañado por los titulares de Defensa, Marina, la FGR y la Guardia Nacional, el funcionario insistió en que la coordinación con fiscalías locales y unidades antiextorsión será fundamental. Sin embargo, omitió precisar el alcance real del problema: cuántas víctimas hay, cuánto dinero se extorsiona y qué porcentaje de casos queda impune. La crítica flota: un plan ambicioso, pero con datos opacos.
LNY/Redacción