Psicosis interrumpe momentáneamente Procesión del Silencio
La Procesión del Silencio, que esta noche cumple 461 años de representaciones, se vio interrumpida debido a una riña en el céntrico Callejón de Veyna, que ocasionó que la gente saliera corriendo, lo que originó una estampida y rumores inmediatos de una «balacera», situación que las autoridades desmintieron.
El evento religioso continuó sólo con la presencia de algunas cofradías, ya que las que se encontraban al final, optaron por ya no continuar.
Alrededor de las 22:00 horas, entre los cerca de 25 mil asistentes que observaban el desfile, tras una riña, se corrió el rumor de una balacera, lo que originó que la gente corriera, se tirara al piso sobre todo en la calle Fernando Villalpando, e incluso entrara a locales comerciales para protegerse.
El miedo se vio reflejado en los rostros sobre todo de los niños que lloraban desconsolados, y las familias que sin saber a ciencia cierta lo que sucedía optaron por correr sin rumbo.
La Coordinación de Comunicación Social del Gobierno del Estado confirmó que una de las imágenes que era cargada por un grupo de los mil 500 participantes se cayó, causando un estruendo que la gente confundió con balazos. Esta imagen cayó producto de la confusión.
Fue el escándalo causado por el sonido de la ruptura de la imagen religiosa lo que provocó temor entre los asistentes, al confundirlo con presuntos disparos de armas de fuego.
Empero, las autoridades estatales desmintieron la versión de la balacera, máxime cuando fue instalado un intenso operativo de seguridad compuesto por cien oficiales de tránsito, 80 policías municipales y 130 personas encargados por la logística.
Asimismo, la versión oficial indicó que casi inmediatamente después de la detención de la Procesión del Silencio, ésta retomó su curso, como lo ha hecho desde 1550, hasta concluir pasadas las 22:00 horas.
Además, el gobernador Miguel Alonso Reyes, y el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Carlos Cabrero Romero, se mantuvieron observando el desfile religioso desde un céntrico hotel, ubicado casi frente a Palacio de Gobierno.
