Zacatecas, Zac.- Las autoridades de Zacatecas confirmaron el hallazgo sin vida de José Rodolfo Cárdenas, agricultor de 22 años, reportado desaparecido el 22 de agosto en Tacoaleche, municipio de Guadalupe. Su cuerpo fue localizado en la comunidad de Los Hernández, Villa de Ramos, San Luis Potosí, durante un operativo de búsqueda coordinado con fuerzas federales.
La notificación del hallazgo fue recibida por la Fiscalía de Zacatecas la mañana de este martes, mientras desplegaban acciones en conjunto con la Comisión de Búsqueda, la Sedena, la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad Pública. La Fiscalía de San Luis Potosí intervino en el sitio y confirmó coincidencias físicas con la víctima.
La investigación se abrió tras la denuncia interpuesta por la familia de Cárdenas, quien desapareció en circunstancias no esclarecidas. Desde entonces se realizaron operativos en comunidades de Guadalupe y municipios cercanos. El hallazgo obliga a reorientar la pesquisa hacia la hipótesis de un crimen con posibles vínculos regionales, pues el cuerpo fue encontrado fuera del territorio zacatecano.
El caso expone la continuidad de un patrón: jóvenes desaparecidos en Zacatecas aparecen asesinados en zonas limítrofes. La frontera entre ambos estados se ha convertido en un corredor disputado por células criminales que usan estos territorios para abandonar víctimas y borrar rastros. Esta práctica busca evadir jurisdicciones, fragmentar investigaciones y diluir responsabilidades.
La desaparición de Cárdenas generó protestas el lunes en la capital zacatecana, donde familiares y vecinos bloquearon vialidades con tractores y vehículos. Exigieron a las autoridades acelerar la localización del joven y dar con los responsables. La Fiscalía de Zacatecas aseguró que mantiene comunicación con la familia y continuará con las diligencias.
La respuesta oficial se centra en la investigación ministerial, pero la presión social aumenta. En comunidades rurales, los agricultores perciben un abandono institucional frente al poder criminal que controla caminos y parcelas. Cada desaparición confirmada como homicidio refuerza la percepción de un Estado incapaz de garantizar seguridad ni justicia.
LNY | Redacción