SILVIA MONTES MONTAÑEZ
ES LAMENTABLE el enorme distanciamiento entre el gobernador del estado y el alcalde de Zacatecas que lanzan un mensaje inconveniente porque ambos están obligados a una relación que beneficie a la gente a la que se comprometieron a servir.
LA DECADENCIA en el quehacer público es hoy día tan evidente que incluso se envían comunicados desde la Secretaría de Educación a los planteles escolares para ordenar que no le permitan el acceso al presidente municipal Miguel Varela a sus instalaciones.
DE LA comunicación escrita, vía memorándum, se dijo que era falsa. Yo espero que esto sea verdad porque los alcaldes no solamente tienen el derecho, sino la obligación de hacer recorridos y visitar escuelas para constatar sus necesidades e impulsar soluciones.
POLÍTICA sin embargo ha desaparecido cuando debiera ser una expresión de civilidad entre gobernantes que pertenecen a distintos partidos pero que no por eso deben marcar distancias insalvables y confrontarse con desdén como está sucediendo.
EXPRESADA la animadversión desde que arrancó el trienio de Varela, esta se acentuó con el tema del viaducto elevado al que se opuso desde la campaña estando en todo su derecho de hacerlo y representando el sentir de la mayoría de los zacatecanos.
ESPECIALMENTE por eso observamos el desprecio de David Monreal hacia Miguel Varela y de esa actitud, insisto, no es el presidente municipal el afectado, sino los habitantes de la capital a los que gobierna y a los que representa con su responsabilidad.
EN CASOS de diferencias partidistas hemos visto en otros tiempos que ha existido la posibilidad de mantener un trato respetuoso y de puertas abiertas por parte de gobernadores con otro nivel que sí entendieron la importancia no de los personajes, sino de su investidura.
COMO ahora nunca había visto yo una ofensiva tan evidente a través de distintos medios, incluyendo algunos de comunicación, al punto que puede resultar contraproducente por lo burdo de la estrategia. Siempre diré que los zacatecanos no son ningunos tontos.
LOS GOBIERNOS en sus distintos órdenes, deben abonarle al trabajo conjunto, por ejemplo, ante las fuertes inundaciones, no es justo para los habitantes de la capital, que dejaran sólo a Varela. Lo prudente sería coordinar esfuerzos, evitar duplicidades y otorgar resultados.
DE ZACATECAS capital, además, se genera una proyección estatal, de modo que la acometida en contra del alcalde es la evidencia en el trato que se otorga a sus homólogos pertenecientes a partidos políticos distintos y eso habla de la mediocridad del ejecutivo.
Y LA CAPITAL como ningún otro municipio requiere de una relación civilizada, insisto, porque aquí se concentran el poder estatal y el municipal que no pueden presentarse divididos. Eso sólo demuestra incapacidad de convivir en la pluralidad y pensando en el beneficio colectivo.
