Porqué se conmemora y no se celebra el 8M

JOSÉ MANUEL RUEDA SMITHERS

Que nunca se olvide, que Dios me hizo mujer y que Dios te hizo hombre

pintando con el mismo color los cimientos humanos.

Poema: Y Dios nos hizo iguales, de AM, publicado en la revista Poémame.

Ya son varios años en los que la Cultura Impar se concentra en apoyar el entendimiento de la gran diferencia que debemos tener respecto de “felicitar” (obvio equivocadamente) a las mujeres, o de conmemorar el sentido que dio origen en todo el mundo a una fecha tan relevante como el Día Internacional de las Mujeres, como lo es el 8 de marzo (8M).

Desde hace 47 años se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Una fecha establecida de manera oficial por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para recordar la lucha por la igualdad femenina en todo el mundo.

Aunque hubo un día puntual de marzo en 1857 que marcó un antes y un después en la vida de las mujeres, hubo que sumar algunos sucesos para que 1977 la ONU declarara de manera oficial el Día Internacional de la Mujer.

Rememorar la lucha de las mujeres es reconocer el ejercicio efectivo de sus derechos y tiene un antecedente histórico: la declaración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, que realizó en 1910 durante la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas.

Este día se establece como una fecha para que los reclamos diarios de las mujeres contra los abusos, desigualdades y feminicidios se escuchen todavía más fuerte.

La elección de conmemorar en lugar de celebrar el Día Internacional de la Mujer responde a la naturaleza histórica y al propósito original de esta fecha. Aquí hay algunas razones por las cuales se conmemora en lugar de celebrar:

  1. Origen en la lucha por los derechos: El 8M tiene sus raíces en las luchas históricas de las mujeres por la igualdad de derechos, mejores condiciones laborales y el derecho al voto. Surgió como una jornada de protesta y reflexión sobre las injusticias y desigualdades que enfrentaban las mujeres en todo el mundo.
  2. Reconocimiento de los desafíos continuos: A pesar de los avances en materia de derechos de las mujeres, aún persisten desafíos significativos como la discriminación, la violencia de género, la brecha salarial y la falta de representación en puestos de liderazgo.
  3. Reflexión sobre logros y pendientes: La conmemoración del Día Internacional de la Mujer también brinda la oportunidad de reflexionar sobre los logros alcanzados en la promoción de sus derechos, así como los desafíos que aún quedan por superar. Es un momento para evaluar el progreso realizado y para identificar las áreas de oportunidad en las que se necesita trabajar.
  4. Solidaridad y activismo: La conmemoración del Día Internacional de la Mujer es un llamado a la solidaridad y al activismo en favor de los derechos de las mujeres en todo el mundo. Es una oportunidad para unirse en la lucha contra la discriminación y la violencia de género, y para abogar por un futuro más igualitario y justo para todas las personas, independientemente de su género.

Conmemorar el Día Internacional de la Mujer es una forma de reconocer estos desafíos y renovar el compromiso con la lucha por la igualdad de género.

Nuestra elección de conmemorar en lugar de conmemorar el 8M refleja su origen histórico como un día de protesta y reflexión, así como el reconocimiento de los desafíos continuos que enfrentan las mujeres en la búsqueda de la igualdad de género. Sin embargo, cada día se convierte en una oportunidad para renovar el compromiso con la lucha por los derechos de las mujeres y para promover la solidaridad y el activismo en todo el mundo.