Un llamado a tiempo

OSVALDO ÁVILA TIZCAREÑO

Desde el arribo de la nueva administración estatal que encabeza David Monreal Ávila, gobernador de Zacatecas, se ha reiterado sobre la compleja problemática que aqueja en materia presupuestal, muchas han sido las declaraciones a través de la prensa que dan cuenta del déficit de recursos que afecta todos los rubros, pero particularmente el sector educativo.

Como reforzamiento a lo dicho, en 5 meses se han efectuado grandes concentraciones de maestros, jubilados, médicos y burócratas que reclaman el pago de su salario devengado y la respuesta reiterada ha sido la carencia de recursos.

Aunado a lo anterior, como parte del estilo personal del titular del ejecutivo, el nombramiento de varios de los funcionarios incluida la Secretaría General de Gobierno se ha efectuado de manera paulatina, incluso en estos momentos aún existen dependencias acéfalas donde no se ha nombrado un titular, es el caso del Instituto de la Juventud y la Secretaría del Migrante.

En virtud de lo anterior la dirigencia del antorchismo en Zacatecas, que me honro en encabezar, ha optado por esperar prudentemente en lo relacionado a la atención de diversas solicitudes que fueron entregadas por escrito el pasado mes de octubre y después fueron expuestas a Gabriela Pinedo, secretaria general de Gobierno y posteriormente a la subsecretaria Julia Olguín.

Las demandas son las mismas de siempre y constituyen necesidades básicas que ayudarían aliviar la difícil situación que aqueja a miles de familias que enfrentan añejos problemas y que estos se han agudizado a partir de la pandemia que nos afecta desde hace más de dos años. A efecto de demostrar la justeza de estas hago referencia a ellas:

  1. Servicios básicos como drenaje, agua entubada o electrificación en diversas comunidades y colonias.
  2. Mejoramiento a la vivienda como pisos, enjarres y lozas.
  3. Apoyo con semilla y fertilizante a productores del campo.
  4. Crédito para adquirir vivienda en beneficio de familias de Guadalupe, Fresnillo y Villanueva.
  5. Apoyo para alimentación de jóvenes de la Casa del Estudiante.

Como puede ver cualquiera, se trata de peticiones que no constituyen ningún exceso y entran perfectamente en el marco de los programas institucionales, sobra decir que cada uno de los peticionarios tiene la disposición de cubrir los requisitos respectivos y la dirigencia antorchista no pretende que se nos entreguen, sino que deberá ser de manera directa a cada peticionario.

Dada la justeza de las demandas, la paciencia manifiesta y el entendimiento mostrado ante las circunstancias actuales en materia financiera, e incluso de la crisis de inseguridad, se derivaría en una actitud receptiva de los interlocutores con los que hemos entablado relación, para que dentro de lo posible se atiendan las peticiones de la gente.

¿Qué ha pasado?, ¿cuál ha sido la resultante de diversas mesas de trabajo? Lamentablemente poco hemos avanzado, en reiteradas ocasiones hemos sostenido diálogo con Julia Olguín Serna, pero sólo ha quedado en promesas de que se atenderán las solicitudes, se ha asegurado que se establecerá interlocución con los respectivos funcionarios, pero a nuestro regreso se repite la misma argumentación y como si se tratará del castigo de Sísifo, (aquel mítico personaje griego que fue condenado por los dioses a toda la eternidad subir una piedra a la cima de una montaña para que al llegar a la cúspide se resbalará y de nueva cuenta reiniciará la penitencia), así nos encontramos los antorchistas, seguimos tocando puertas, regresando a la misma oficina y padeciendo horas de antesala sin que se concreten siquiera compromisos futuros de atención.

Por eso creo prudente hacer un oportuno llamado a David Monreal a efecto de que intervenga ante la circunstancia descrita, lo hago para insistir que se escuche a los ciudadanos organizados en nuestro movimiento, pues como zacatecanos también tienen derecho a recibir atención y soluciones. Que conste.