La mentira como estrategia de la 4T

Osvaldo Ávila Tizcareño

Quiero iniciar esta colaboración con dos ejemplos de la historia:

Primero. En octubre de 1918 Alemania sufría una contundente derrota, pero como en muchos casos el empecinamiento de los líderes que se aberraban en mantener la confrontación aún y cuando el precio a pagar implicaba la vida de mucha gente, pues la Primera Guerra Mundial significó más de 19 millones de muertos (8 millones de militares y el resto civiles). El káiser nombra canciller al príncipe Maximilian von Baden y ordena que negocie un armisticio con el presidente Wilson.

“El parlamento solicitará el armisticio; no los militares, no Ludendoforff y sus mariachis del Alto Estado Mayor. Arrogantes en la victoria, feroces en la guerra, cobardes en la derrota dejan que el Parlamento cargue con la responsabilidad de la rendición. Los militares salvan la cara acatando disciplinadamente la decisión de los políticos. De este modo podrán justificarse ante la historia. Que conste que cuando depusimos las armas estábamos ganando la guerra, puesto que ocupábamos suelo extranjero en todos los frentes” (La Primera Guerra Mundial contada para escépticos, Juan Eslava Galán, Pág. 301).

Amparados en lo anterior, Alemania comandada por Hitler fue a la Segunda Guerra Mundial convenciendo a su pueblo que reivindicaría a la raza aria y recuperaría el honor perdido en el anterior conflicto. La resultante de esta aventura fue una auténtica masacre. Pero lo que me interesa destacar aquí apoyado en esa evidencia histórica, es la gran manipulación efectuada por los alemanes que llevaron engañados a su pueblo al matadero, convencido de que iba a su reivindicación.

Segundo. Es de todos conocido que desde hace años Estados Unidos ha desatado una campaña colonizadora de nuevo tipo, acción emprendida prácticamente desde su nacimiento como nación independiente en 1776. La “Doctrina de la Seguridad Nacional” consistente en proteger de obscuros interés y graves peligros ha sido la justificación para realizar tales acciones de abuso a nombre de la democracia y la libertad de los pueblos.

Me apoyo aquí de una extraordinaria obra: “Imperio del Terror” escrito por Alejandro Castro Espín (Pág. 21, 22). “Han sido diversas las estrategias desarrolladas en función de velar por los llamados intereses nacionales de Estados Unidos, en el transcurso de más de dos siglos de historia que median desde su surgimiento como nación, sin embargo, el fundamento clasista que sustenta la recurrida Doctrina de la Seguridad Nacional del imperialismo norteamericano permanece invariable hasta nuestros días. Los pretextos empleados por la cúpula dirigente para manipular la opinión pública norteamericana, con el fin obtener respaldo político necesario para consumar sus proyectos de dominación, se fueron estructurando de acuerdo con el momento histórico y circunstancias concurrentes, desde que alentaron la guerra angloamericana en 1812 con la pretensión de anexarse Canadá, hasta el “anti-terrorismo actual que apuesta por la imposición del Imperio Global.”

Ahí una prueba de cómo EE. UU. ha buscado imponer su visión y someter al mundo a sus intereses económicos utilizando una y otra vez la coartada de los aviesos peligros para justificar atroces acciones cometidas en todo el globo terráqueo. Con esas referencias históricas como apoyo, donde coinciden en sus métodos los alemanes y estadounidenses para imponer su visión, quiero establecer una analogía con los que sucede en nuestra patria en los últimos meses.

Prácticamente desde que inició este año hemos observado una disminución significativa de la aceptación del Presidente Andrés Manuel López Obrador, declaraciones contra las mujeres, una inexistente estrategia de seguridad que género que el 2019 fuera el año más violento con cerca de 36, 000 mil muertes violentas, un mundo de felicidad a decir del primer mandatario pero que no se sentía en los bolsillos de las familias y una amenazante pandemia mundial provocada por el coronavirus que ponía en riesgo la vida de los mexicanos mientras el jefe del ejecutivo llamaba a salir y repartía besos y abrazos en concurridos mítines, causaron efectos en la ciudadanía colocándolo por debajo del 50%. Así transcurrió febrero, marzo y abril con una disminución sostenida de la que daba cuenta Mitofsky, Enkoll, María de las Heras y otras casas encuestadoras sobre el desencanto del otrora encantador de masas.

Sin embargo llama poderosamente la atención que en los últimos días Roy Campos salga analizar los datos como lo hizo el pasado 14 de mayo a convencernos de que ha recuperado el apoyo popular y que otras casas encuestadoras secunden tal afirmación, ¿qué hay detrás de ello?, pretenden que admitamos sin rechistar los pronósticos erráticos sobre la pandemia de covid-19, pues aunque se auguraba que desde principios de mayo la pandemia cedería y a pesar de las declaraciones tranquilizantes del presidente López Obrador al momento de escribir estas líneas se registran 59 mil 667 infectados y seis mil 510 decesos que en la última semana crecen dramáticamente mostrando la incapacidad del soberbio subsecretario Hugo López Gatell quién con sus fallidos cálculos y acciones pone en riesgo la vida de miles de mexicanos.

Pero no sólo estamos ante una crisis de salud, en materia económica en el mes de abril se perdieron más de 550 mil empleos formales cantidad que seguramente es mucho mayor considerando quienes realizan actividades informales, siendo esta la antesala de una terrible crisis económica y en materia de seguridad las cosas andan igual, ni siquiera la crisis sanitaria ha logrado disminuir la violencia, en suma muchos son los problemas que aquejan a los mexicanos, por ello no es un despropósito afirmar que como decía líneas atrás con las encuestas recientes probablemente estamos ante el intento de convencer los mexicanos de que las cosas marchan bien y muestra de ello el gran respaldo popular a las acciones del Primer Mandatario.

Dejo a juicio de usted amable lector la ponderación de los argumentos planteados, vale la pena reflexionarlo y entender que una y otra vez los poderosos han manipulado a sus gobernantes para imponer caprichosos intereses o esconder garrafales excesos, los paralelismos mencionados son prueba de ello, quizá esa sea la táctica del gobierno de la 4T o ¿usted qué opina?