Escándalo Innecesario

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HÉCTOR A. ALVARADO GÓMEZ

El pasado domingo 4 de agosto, el diario nacional La Jornada publicó en su nota principal una información titulada: “En Zacatecas, tres noches de tiroteos, mueren decenas”; en ella se dice que durante tres noches consecutivas en los municipios de Fresnillo, Jerez y Valparaíso se registraron 46 muertos, según los datos proporcionados por “fuentes castrenses adscritas a la 11 Zona Militar, con sede en Guadalupe”.

La publicación de La Jornada fue retomada por la revista Proceso y por el diario español El País, desatando la reacción del Gobernador del Estado, Miguel Alonso y del Procurador General de Justicia de la Entidad, Arturo Nahle García, este último escribió en su cuenta de Twitter: “Totalmente falsa la versión que publica hoy en primera plana @LaJornada no son 46 sino 2 las personas caídas en estos 3 días”; mientras que el titular del poder ejecutivo declaró a los medios de comunicación que la información era “totalmente falsa y no correspondía a la realidad”.

La réplica del mandatario fue reproducida por la mayoría de los medios de comunicación con cobertura en el estado de Zacatecas y no solamente en los medios donde inicialmente apareció, esto desató un escándalo mediático de varios días y que nuevamente evidenció la falta de credibilidad de los ciudadanos en las autoridades locales que le dedicaron por lo menos cuatro días a intentar desmentir la información de La Jornada sin éxito contundente.

Una vez más el Gobierno del Estado evidenció su incapacidad y nula estrategia para enfrentar la crisis comunicacional que les genera la inseguridad que se vive en Zacatecas, pues lejos de plantear una réplica sólo en los medios donde se publicaron la nota, su ansiedad hacer el desmentido, provocó que el escándalo se extendiera a los medios de cobertura estatal y por ende a que la mayoría de los ciudadanos que vivimos en la entidad nos enteráramos de las balaceras ocurridas en Fresnillo, Jerez y Valparaíso.

Esta nota también demostró que el Procurador General de Justicia, Arturo Nahle García, no tiene la más mínima credibilidad y su política de tuitazos no sirve, pues lejos de tomar las cosas en serio y buscar al corresponsal de La Jornada para dar su versión y aclarar los datos, piensa que lanzando tuit se resolverá todo.

Por si fuera poco, una vez más nos dimos cuenta que el Gobernador Miguel Alonso Reyes está solo, sin nadie que lo defienda, ni uno sólo de sus funcionarios salió a dar la cara por él, mucho menos el dirigente estatal de su partido quien no salió a responder las críticas que realizaron los líderes del PRD y del PT por esta información, otra vez los funcionarios y el PRI abandonaron al mandatario en una polémica provocada por su mala comunicación.

Miguel Alonso debería replantearse la estrategia integral de comunicación, es increíble que durante cuatro días no hayan generado una noticia más importante que la publicada por La Jornada.

Particularmente en el tema de seguridad, se debe entender que la inmensa mayoría de los zacatecanos no vivimos en nahlelandia, ni vemos con buenos ojos que de todo se hagan chistes o bromas de mal gusto; es cierto que el vocero de seguridad resultó un rotundo fracaso, pero lo fue por la incapacidad de la persona que estaba al frente, no porque la figura sea inadecuada.

Independientemente del resultado en las pasadas elecciones, producto de implementar una serie de prácticas antidemocráticas, el titular del ejecutivo estatal podría considerar hacer una reorganización de su gabinete y relanzar su gobierno, pues a la mitad del camino los ciudadanos vemos atraso, crisis, parálisis, depresión, miedo y decepción entre la gente de Zacatecas.

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