La Nueva Lucha por el Campo

José Narro CéspedesJOSÉ NARRO CÉSPEDES *

El pasado 15 de julio, se constituyó el Frente Auténtico del Campo (FAC) en la Ciudad de México con el objetivo de impulsar un Nuevo Acuerdo Nacional por el Campo que cambie la política agropecuaria por una que nos permita recuperar nuestra soberanía alimentaria, teniendo como base a los campesinos.

Las principales organizaciones campesinas nacionales formamos una gran coalición para lograr la reactivación del campo, impulsando una Gran Cruzada por la Producción de Alimentos, la que tiene que ser autogestiva y democrática, para ser independientes y darle viabilidad a nuestra soberanía.

Así, en esta gran cruzada estamos unidos la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA), la Central Independiente de Obreros Agrarios y Campesinos (CIOAC), Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y Campesinas (CODUC), Unión Nacional de Trabajadores Agrarios (UNTA), Unión Nacional Integradora de Organizaciones Solidarias y Economía Social (UNIMOSS) y El Barzón para luchar por un desarrollo sustentable y ecológicamente sano.

De la misma manera, daremos la batalla por preservar y proteger la biodiversidad, además de cuidar las semillas criollas, impulsando un programa de mejoramiento genético que reactive la investigación genética para la producción de nuevas variedades.

No permitiremos la siembra de transgénicos que contaminan nuestros alimentos con consecuencias a la salud todavía no determinadas.

Buscamos recuperar las prácticas de la colecta de agua, del uso de biofetilizantes orgánicos, de generación y aprovechamiento de energía alternativa conjuntamente con el uso eficiente de la energía, que impida el acelerado deterioro en el incremento del calentamiento global.

El agua será tema estratégico nacional y la defenderemos de la contaminación y la explotación irracional y mercantil en que la tienen sumida, principalmente las empresas minera, cervecera y refresquera.

El FAC, representado en Zacatecas por el Frente Popular de Lucha de Zacatecas (FPLZ) trabajará a favor de la protección de la Propiedad Social de la tierra, de la misma forma, se manifiesta contra la política de despojo y manipulación, al tiempo que buscaremos que esta sea la fuente del desarrollo y bienestar para la sociedad rural.

La propiedad social será la base para impulsar la economía social y la reconstrucción del tejido social de nuestras comunidades.

Recuperaremos la participación democrática de las comunidades rurales, la cual será la base de la recuperación del tejido social y estará sobre la visón clientelar impuesta por el Estado.

Vamos a recuperar la gestión democrática de los pueblos.

No permitiremos que la regularización y legalización de la tierra sea más el terreno de la especulación, la usura y el despojo de las inmobiliarias y de grandes empresas, sino se convertirá en la base para impulsar proyectos económicos de vida para las comunidades.

Daremos la lucha desde el FAC para ponerle un alto a los monopolios agroalimentarios que son los grandes beneficiarios del presupuesto, del crédito y las ganancias del campo.

Necesitamos darle viabilidad a la Agricultura Campesina, reordenando la economía rural y los mercados.
No más monopolios en el campo a costa de la pobreza y el hambre de la población rural.

Impulsaremos un comercio justo y la organización de los trabajadores agrarios para impulsar la actividad productiva.

No más subsidios a los monopolios.
Durante este año, impulsaremos un fondo para el rescate del campo que provenga del retiro de los subsidios a los grandes capitales agropecuarios.

Lucharemos por hacer realidad el reconocimiento de los derechos y cultura indígenas, reconocidos por el Estado mexicano en los acuerdos de San Andrés Larrainzar.

Buscaremos que los derechos sociales a los que tenemos derecho los mexicanos dejen de ser letra muerta en el campo.

Haremos realidad el derecho a la educación y a la salud de calidad, a la vivienda, a la alimentación y a la participación comunitaria sobre la decisión que los atañe.

Vamos a impedir que sigamos siendo víctimas de los grandes proyectos mineros y de desarrollo a costa del patrimonio, la cultura y la riqueza de nuestros pueblos. Las autopistas, los aeropuertos y las mineras tendrán que contar con las autorizaciones de los pueblos afectados.

Por un México justo y un campo digno.

* Dirigente de Udena

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