Reforma Laboral. La nueva Traición
JOSÉ NARRO CÉSPEDES *
La derecha nacional encabezada por el PAN y el PRI no tardaron demasiado en darnos a razón. Es decir, aún no se da el relevo entre el partido del presidente Felipe Calderón y el partido tricolor, mismo que garantiza que se siga el camino neoliberal trazado, para favorecer a los poderes fácticos y tratando de dar un golpe a la clase trabajadora.
De esta manera, Calderón Hinojosa antes de entregar la presidencia a Enrique Peña Nieto, ha enviado una iniciativa a la Cámara de Diputados que pretende modificar la Ley Federal del Trabajo a fin de hacer legal actos que en los hechos son una clura violación a los derechos de los trabajadores.
Queda claro que el PAN, al final de sus lamentables gestiones al frente del Gobierno Federal, está tratando de hacer el trabajo sucio, para que Peña Nieto no se ensucie las manos al aplicar las dañinas condiiones laborales que establecería esta inicativa.
Como ejemplo de disposiciones que pretenden hacer legales actos a todas luces injustos, pretende permitir el pago por horas, es decir, destruir una de los logros más importantes de las luhas laborales, el salario mínimo, para en su lugar, pugnar por el salario devengado por horas.
Es decir, el salario mínimo podrá ser dividido en ocho y así, podrán ser pagadas sólo las horas trabajadas. Es decir, si se trabajan 3 horas en estados donde el salario mínimo es de 62.33 pesos, los patrones están dispuestos a pagar 24.50 pesos, es decir, menos del precio de un kilo de huevo.
De la misma manera, los dueños tendrán la oportunidad de contratar trabajadores sólo por periodos de capacitación, la cual se puede extender el tiempo que sea necesario, de la misma manera, se busca aprobar el trabajo por temporadas o la subcontratación, es decir, que una empresa contrate por tiempos determinados o proyectos, y esta a su vez los envíe a realizar la actividad a otras empresas, sin que la segunda (donde realiza el trabajo) tenga ninguna obligación para con el trabajador.
Las formas de contratación descrita, además de lo comentado, niega a los empleados la posibilidad de acceder a la seguridad social, la asociación gremial (sindicatos), la contratación colectiva o la generación de antigüedad.
La iniciativa presentada por Calderón tiene el enfoque de favorecer una vieja aspiración del sector patronal, de los empresarios, de llamada “flexibilidad laboral” que busca legalizar una serie de condiciones que afectan de manera fundamental los derechos de las y los trabajadores.
Desde que la cúpula del PRI y la oligarquía nacional decidieron que Enrique Peña Nieto fuera el presidente de México, se establecieron una serie de compormisos con los dueños del dinero, es decir, había que facilitar que las clases privilegiaran agrandaran exponencialmente sus capitales, mientras que los trabajadores minimizarán sus derechos y sus salarios.
Las condiciones de los trabajadores serán tan mínimas que, dentro del esquema propuesto, será un privilegio el hecho de trabajar, sin importar que sus derechos hayan sido desaparecidos.
La reforma laboral nos llevará a más pobreza, desigualdad y violencia porque no se tocan estructuras que afectas realmente la desigualdad en el mundo laboral.
Y con todo esto, Felipe Calderón busca disfrazar este nuevo ataque a las clases trabajadoras y al sindicalismo, argumentando que buscan crear las condiciones para la generación de empleos, la democratización de los sindicatos y la rendición de cuentas.
Sin embargo la política laboral panista no tocó nunca a los sindicatos corporativistas; al tiemp que se alió con el sindicato de Elba Esther Gordillo, y sí, por el contrario, se fue en contra de los sindicatos independientes como el SME, el de los mineros y de la aviación.
Es verdad, se crearán empleos pero empleos con un salario pauperizable y sin derechos gremiales.
Enrique Peña Nieto ya compró la idea de la flexibilización del empleo como salida para el país y que está de acuerdo con suscribir esta propuesta panista y de los empresarios, lo que sólo llevará, dijo, a la precarización salarial.
Es decir, este nuevo esfuerzo de la derecha del PRIAN traiciona nuevamente al pueblo de México al poner por delante los intereses de las clases más privilegiadas en detrimento del grueso de la población del país.
Esta inicativa es un golpe temprano a pueblo de México, mismo que aún está tratando de entender la producción panista de más de 60 mil muertes causadas por la delincuencia organizada, el crecimiento brutal de la miseria y el nuevo fraude electoral que permitió el regreso del PRI.
