Indigna mentiras y ocurrencias declarativas de Cordero: Aragón
Tratando de emular el milagro bíblico de la reproducción de los panes, “el Cordero del PAN” busca multiplicar hasta el infinito y más allá el salario mínimo de los mexicanos, hasta hacer que con sólo 59 pesos aparezca en la mesa diaria de cada trabajador un suculento banquete que saciará su hambre y la de su familia.
Vía comunicado, la coordinadora nacional de Foro Nuevo Sol-PRD, Hortensia Aragón Castillo, señala que con la desfachatez que lo caracteriza, Ernesto Cordero asegura que “el poder adquisitivo del salario mínimo es mucho mejor en la época actual”, afirmación que en plena crisis económica sólo puede ser tomada como una broma pesada de mal gusto.
A menos que se haya referido a poder de compra de los salarios que cobra la alta burocracia mexicana, cuyos integrantes no solamente perciben ingresos cientos de veces mayores que los que recibe la mayoría de los habitantes del país, sino que además son “premiados” con bonos, ayudas, apoyos, dietas y estímulos, no podríamos entender las aseveraciones tan cínicas que semana tras semana nos receta el encargado de la política monetaria del país.
Ernesto Cordero dice que la estabilidad de precios y el control de la inflación han permitido que en la actualidad un salario mínimo compre muchas más cosas que en el pasado.
Omite señalar que la dependencia a su cargo todos los meses le aplica a los mexicanos el gasolinazo con el que desde finales de diciembre de 2009 Felipe Calderón incumple el compromiso firmado ese año en el contexto del Acuerdo Nacional en Favor de la Economía Familiar y el Empleo, el cual resultó un embuste que solamente ha desatado aumento de los precios en los bienes y servicios básicos que falazmente dice combatir.
El “destapado” de Felipe Calderón, que sigue fincando su estrategia rumbo a la presidencia en 2012 en las mentiras y las ocurrencias declarativas, no pudo haber escogido mejor escenario que una fábrica de helados para hablar del control de la inflación, la estabilidad de precios y la supuesta generación de nuevos empleos, pues ello nos da la oportunidad de preguntarle de manera fría y directa: “¿Y su nieve, de qué la quiere?
