Ciudad de México.- La presidenta Claudia Sheinbaum presentó este martes Salud Casa por Casa, un programa federal que busca atender gratuitamente a 14 millones de adultos mayores y personas con discapacidad en todo el país. Desde Palacio Nacional, aseguró que la iniciativa, operada por 20 mil profesionales de la salud, podría convertirse en “el programa de prevención más importante del mundo”.
El plan incluye visitas domiciliarias para evaluar condiciones médicas, tomar signos vitales y crear historiales clínicos que agilicen la atención en centros de salud. Según Sheinbaum, la segunda fase comenzará en agosto con la apertura de las Farmacias del Bienestar, donde los beneficiarios recibirán medicamentos sin costo. El proyecto se complementa con las pensiones sociales ya existentes para este sector.
Detalles operativos
El secretario de Salud, David Kershenobich, explicó que los equipos médicos —compuestos por 17,655 enfermeros y 2,260 doctores— realizarán pruebas de glucosa, presión arterial, movilidad y visión, entre otras. También brindarán curaciones básicas y asesoría para manejar enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión. Los pacientes serán clasificados en cuatro grupos según su nivel de dependencia, desde aquellos sin padecimientos hasta quienes requieren apoyo total.
Ariadna Montiel, titular de Bienestar, detalló que ya se censó a 8.7 millones de personas y que 312 brigadas rurales llegarán a comunidades remotas de 18 estados. Además, un call center con 50 médicos resolverá dudas y recetará medicamentos cuando sea necesario.
Gobernadores en línea
El lanzamiento incluyó una conexión con los mandatarios de nueve estados, entre ellos Colima, Quintana Roo, Nayarit, Guerrero, Tamaulipas, Veracruz, Quintana Roo, Baja California, Baja California Sur y Estado de México. Así como representantes de otros nueve que realizaron el banderazo de salida de manera simultánea. Sheinbaum insistió en que el programa combina “cercanía, amor y prevención”, aunque omitió mencionar plazos concretos o el presupuesto asignado.
Con esta estrategia, el gobierno federal apuesta por reducir la saturación hospitalaria, pero enfrenta el reto de garantizar continuidad en un sistema de salud históricamente fragmentado y con zonas donde ni siquiera hay internet para el soporte telefónico prometido.
LNY/Redacción
