Un «buen presidente» para México

NOEMÍ LUNA AYALA

En la alianza del PAN, PRD, PRI y sociedad civil hemos iniciado el registro de aspirantes para elegir a quien será “Responsable de la Construcción del Frente Amplio por México”, cuyo liderazgo encabezará el proyecto de la oposición rumbo al 2024 para rescatar a la nación de la destrucción.

Son 12 perfiles los que mantienen su intención de convertirse en Responsable de la Construcción del Frente Amplio por México. Hoy quiero destacar la participación de Santiago Creel Miranda y Xóchitl Gálvez Ruiz. Ambas excelentes opciones.

En Xóchitl Gálvez reconozco a una mujer luchadora desde sus orígenes humildes, que se abrió camino para convertirse en ingeniera, empresaria exitosa, líder social, defensora de los pueblos indígenas, política y funcionaria pública, muchas veces reconocida por sus logros.

De Santiago Creel menciono que siempre lo he admirado por su desempeño como secretario de Gobernación del primer gobierno de transición del país. Su acertado manejo de la política interna fue determinante en la pacificación de México, que entonces registró sólo 60 mil asesinatos dolosos, casi una tercera parte de los 150 mil homicidios que van en este sexenio.

Seguí su trayectoria y logros como secretario del Consejo de la revista Vuelta, galardonada por combatir toda opresión política y persecución ideológica; como integrante del Grupo San Ángel, que aglutinó a intelectuales, ciudadanos, líderes sociales y legisladores; como funcionario público de los gobiernos federal y estatal; y como Diputado y Senador.

La vida me ha dado la oportunidad de conocerlo de cerca y tengo el orgullo de acompañarle en la actual LXV Legislatura Federal, donde somos equipo y he sido testigo de su carácter conciliador y su profundo amor a la Patria.

Creel no ha construido carreteras físicas; pero, con su intelectualidad y experiencia política edificó caminos para alcanzar la transición democrática, ciudadanizar al INE, crear los tribunales electorales y la Auditoría Superior del Estado, establecer la equidad en los comicios, sentó las bases para que la oposición se conformara como una mayoría legislativa en la Cámara de Diputados y consolidó la autonomía de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. De ese tamaño son sus aportaciones a la nación.

En esta definición que en el gran frente por México debemos hacer, hago público mi respaldo a Santiago Creel, porque es un hombre de principios, entiende la realidad, es leal y tiene una reconocida capacidad de acción.

Le apoyo porque es un ser humano que sorprende por su sencillez y calidad de trato, más allá del exitoso abogado y panista calado que sin regateos se afilió al PAN desde 1999; es un mexicano comprometido, para ejemplo su labor educativa, con pasión continúa dando clases en la UNAM y por convicción se dedica a la política con generosidad.

Estoy convencida de que la oposición no sólo debemos buscar a un “buen perfil para la reconstrucción” y un “buen candidato presidencial”, no debemos caer en “los fenómenos electorales” como lo fue en su momento Morena y que tanto daño le ha causado al país; tenemos la obligación de encontrar a un “buen Presidente para México”. Y ese es Santiago Creel.