¿Qué hacer ante la agudización de los problemas sociales?

OSVALDO ÁVILA TIZCAREÑO 

Me he reunido con dirigentes locales de colonias y comunidades de municipios como Fresnillo, Valparaíso, Guadalupe, Jalpa, Trancoso y Villanueva, entre otros, donde he constatado que la gente coincide en que los principales problemas de México se deben a la pobreza ocasionada por la concentración de la riqueza social, es decir, la que se produce por los mexicanos mediante la explotación de los recursos naturales, lo que nos mantiene en una condición de desigualdad.

La visión del Movimiento Antorchista es contraria al discurso de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, el mandatario siempre se ha empeñado en señalar que es la corrupción el mal social que afecta el desarrollo, argumento que le ha servido para perseguir a gente que piensa distinto, por tanto, enfoca acciones encaminadas a terminarla y por el otro lado su gobierno reparte dinero por medio de los programas sociales, pero a cuatro años de este ejercicio todo ha empeorado.

Por nuestra parte, nunca hemos negado que la corrupción existiera y que hubiera que combatirla, pero hemos sostenido que es la concentración de la riqueza en unas cuantas manos la causa primaria de los problemas provocando que la inmensa mayoría de familias carezcan de lo más indispensable, es decir, que no tengan garantizado el alimento diario estando siempre en una situación de incertidumbre.

Llevamos más de cuatro años del gobierno de Morena, pero el abismo entre ricos y pobres es más profundo que con los gobiernos “neoliberales”, del pasado a cargo de los institutos como el PRI y PAN, según acusa López Obrador, sin embargo, en los últimos dos años en los que azotó la pandemia y hubo crisis en los negocios, la fortuna de las 13 personas más ricas del país aumentó en 33.1 millones de dólares, mientras que 5.4 millones de personas cayeron en pobreza laboral agravando la situación de aquellas que ya vivían preocupadas por no tener para comer y cubrir los gastos del hogar.

López Obrador afirma que éste es un gobierno de los pobres y ha decretado el fin del neoliberalismo, lo cierto es que en su gobierno los ricos siguen haciendo grandes negocios, explotando a los trabajadores del campo y la ciudad pagando salarios miserables. Y para contrarrestar ese problema la 4T se dedica a entregar ayudas que se logran con los impuestos, lo que no afecta las ganancias de los poderosos, pero no ha hecho nada más y estas nunca, en ninguna época y en ninguna parte del mundo, han acabado con la pobreza, en cambio esto le reditúa resultados electorales convenientes para su partido.

Antorcha sigue insistiendo a los mexicanos que debemos organizarnos para proteger lo poco que hemos logrado a través de la lucha social: defendamos los derechos de organización y petición conforme a los derechos constitucionales que Morena quiere eliminar.

También debemos conocer la realidad, estudiarla, saber de política y no solo limitarnos a votar como lo pide Morena, sólo así la gente ya no será manipulada y deberá exigir un alto a la aplicación del poder que viola sistemáticamente las leyes de México provocando más polarización en la sociedad mexicana que sufre tanto por las diferencias sociales como por el divisionismo de López Obrador.

Así que la única salida que le queda al pueblo de México es fortalecer la unidad y no abanderar la gestión en los tres órdenes de gobierno, porque los problemas son cada día más delicados y crece la necesidad de vivienda, de servicios, de pavimentación de calles y de apoyos a las familias vulnerables, porque la 4T sólo se conforma con mantener la entrega de dinero a través de los programas sociales obligando a los beneficiarios a seguir votando por Morena y callar ante la ola de  inseguridad y la violencia oficial que ejerce Andrés Manuel López Obrador desde el 2018 cuando asumió el poder de la nación.