En Fresnillo, ¡miente Irene Magallanes!

OSVALDO ÁVILA TIZCAREÑO

Desde el arribo de la actual administración federal encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador se dio una práctica recurrente que ha consistido en afirmar sin  ninguna obligación de mostrar pruebas de las acusaciones abusando así del poder que le da la influencia de la investidura y su posterior  difusión mediática, por tanto una y otra vez el titular del ejecutivo se convierte en juez y verdugo de aquellos que de acuerdo a sus intereses son incompatibles con la 4T y por ende son objetos de la persecución política con toda la fuerza del estado.

Apoyados en esa concepción, a nivel local se replica el esquema y algunos alcaldes o funcionarios menores repiten el modelo y se lanzan con armas y bagajes contra todo aquel que osa diferir, cuestionar o reclamar atención a todo tipo de demanda. Hoy en Fresnillo estamos ante una secuela de esa política del jefe del ejecutivo. Me explico.

Al arribo de la actual administración que encabeza Saúl Monreal presentamos un pliego petitorio que contenía obras y servicios de carácter elemental y acciones sociales que no implican ningún agravio al presupuesto del que obviamente no puede marginarse a nadie por consideraciones políticas. Grata fue la sorpresa para nosotros, porque a diferencia de la actitud mostrada en otras esferas e incluso en otros municipios la actitud fue receptiva y de apertura para la atención dentro de las posibilidades financieras del primer año de ejercicio, por lo que se establecieron compromisos que paulatinamente se atenderían.

Amparados en la circunstancia descrita, acudieron mis compañeros a buscar el acuerdo en el segundo año y encontraron nuevamente sensibilidad, pero al buscar materializar los acuerdos con Irene Magallanes, directora de Desarrollo Social, inició un auténtico calvario, pues contrario a lo acordado empezaron las trabas, excusas y justificaciones.

Pero no bastó el desdén, ahora se sumó el uso de la calumnia para justificar la negativa, pues como rayo en cielo sereno se lanzaron ayer graves acusaciones contra los peticionarios, llama la atención el tono desaforado y con una gran carga de odio; se hacen afirmaciones que no resisten un análisis lógico pues entre ellas se contradicen, bien valdría la pena ignorarlas pues se ve que estamos ante alguien visceral y carente de argumentos, sin embargo creo conveniente a efecto de clarificar el batiburrillo hecho por la flamante directora.

Primero. Se afirma que tiene un video sobre supuestas declaraciones sobre presuntos actos de corrupción solicitando dinero a los beneficiarios de una obra, pero luego se contradice negando que se haya consumado y alguien con dos dedos de frente preguntaría ¿por qué en lugar de declarar ante los medios no acude a la fiscalía, la nueva Sherlock Homes?, ¿si tiene tiempo de ir a gravar videos porque no convoca a los acusados para encararlos? Simple, no se trata de revelar la verdad sino de enlodar el nombre de Antorcha y del Ing. Guillermo Guerrero, líder histórico del Antorchismo para desacreditar la lucha por obras y apoyos. Invito a la Señora a que se serene y cuando pueda presumir un cuarto de las muchas obras gestionadas por Antorcha que entonces si se lance como lo afirma, pero la exhorto también a que acuda a las instancias legales y deje de hacer afirmaciones temerarias ante los medios.

Segundo. Dice también nuestra prominente justiciera que ella tiene evidencias desde hace más de un año sobre otros actos similares y la pregunta obligada es ¿por qué cayó durante más de un año? Le recuerdo a nuestra directora “que tanto peca el que mata a la vaca, como el que le agarra la pata”, pero además que casualidad que guardó sepulcral silencio y ahora revela la verdad cuando recibe el reclamo social, estamos pues ante un claro caso de incapacidad cargada de calumnias.

Por último. Afirma que esos actos de corrupción son un secreto a voces y no aporta ninguna prueba de sus calificativos. A diferencia de eso Antorcha logró para Fresnillo centenas de obras como domos, aulas o carreteras que son evidencia que desde hace años hemos trabajado por el bienestar de la gente, eso es el secreto a voces y a partir de hoy también se conocerá que la directora es una vil y vulgar calumniadora.

Una vez más estamos ante la clásica táctica de “al ladrón, al ladrón”, esto para desviar la atención de la gente para que ahora se ocupen de las calumnias y olviden el incumplimiento de los acuerdos. Hago a través de este medio una atenta invitación a Saúl Monreal para que se reorienten las cosas, se privilegie el dialogo y cese la campaña de calumnias de la funcionaria en cuestión, de no ser así no quedará otra que continuar con la lucha, que ahora no sólo será por la solución de las demandas, ahora se suma la exigencia de que cesen las calumnias, ¿cuánto durará nuestra exigencia? El tiempo que sea necesario, quizá todo el trienio o el que sigue, no hay de otra.