Las Piezas del Ajedrez: Sizart, y los pobres beneficios
EFRAÍN ESPARZA MONTALVO
Siempre sostuve que operar un canal de televisión por parte del Gobierno del estado sería tan frívolo como innecesario, y que incrementar la nómina para tal fin sería darle rienda a un capricho personal de quien no entiende el propósito de los medios de comunicación públicos, es decir, de aquellos que adquieren el carácter de permisionarios y que están bajo la tutela de los gobiernos estatales u organismos diversos sin fines de lucro, como es el caso del Sistema Zacatecano de Radio y Televisión, pomposamente llamado Sizart.
Por increíble que parezca, la puesta en funcionamiento de ese organismo tuvo un costo aproximado de 67 millones de pesos, es decir, la cuarta parte de lo que se necesita para construir un hospital de tercer nivel con mil 500 camas y 72 especialidades, tal y como lo establece la normatividad oficial; no obstante, para las autoridades pesó más el orgullo y la vanidad que la necesidad de un pueblo urgido de atención médica especializada.
En el año 2000, durante una reunión de gabinete presidida por el entonces Gobernador Ricardo Monreal, uno de sus más allegados –y de quien me reservo el nombre por respeto a su persona–, le propuso acudir a la Ciudad de México para acelerar los trámites ante la Comisión Federal de Telecomunicaciones, y las Secretarías de Gobernación, y de Comunicaciones y Transportes, respectivamente, a efecto de que Zacatecas contara a la brevedad con un canal de televisión, pero la respuesta fue clara y demoledora: “lo que nuestro Estado necesita son carreteras, escuelas, hospitales y presas, no mamadas como esa”; y entonces todos los presentes guardaron silencio.
Y tenía razón, pues la reconstrucción de Zacatecas se daba por todos los frentes y comenzaba una nueva etapa en la vida pública de la entidad misma que la llevó a su transformación y a convertirse en un polo de desarrollo importante no sólo en materia agrícola sino industrial y cultural, y que poco a poco fue consolidándose sin poseer un canal de televisión que le diera publicidad a tales logros.
Ya durante el gobierno de Amalia García y con la autoridad que me daba el hecho de fungir como director general de Radio Zacatecas, en más de una ocasión le planteé a la mandataria la posibilidad de reactivar los trámites ante las instancias de competencia a fin de que al Gobierno se le otorgara la concesión de un canal de televisión que luego se entregaría en comodato a la Universidad Autónoma de Zacatecas, pero mi propuesta no prosperó.
Porque siempre he sostenido que quien realmente debe contar con un canal de televisión es la Universidad Autónoma de Zacatecas, virtud a sus propósitos educativos y culturales y por la obligación de difundir sus programas y planes de estudio; no obstante, tampoco pareció atractiva la propuesta.
Fue entonces que, amparado en la frivolidad que desde el comienzo caracterizó a su gobierno, Miguel Alonso tuvo la brillante idea de poner en operación un canal de televisión “a cualquier costo” que se ajustara al modelo de “todo bonito” sin que realmente aportara socialmente, pues se trataba de cumplir un capricho antes que solventar las múltiples y muy variadas necesidades de un pueblo que, hambriento e ignorante, había que obligar a mirar la televisión para mantenerlo jodido pero contento.
Por eso creo que los beneficios que el canal de televisión aporta a los zacatecanos son bastante pobres y en contrapartida resulta muy onerosa su operación si consideramos que con la plantilla que allí trabaja, tan sólo en materia de salarios, fácilmente se puede pagar la nómina de tres escuelas primarias; así de alarmante raya la frivolidad del Gobierno.
De salida 1.- Corre la versión de que muy pronto será citada para declarar la todavía diputada panista Guadalupe Medina Padilla, quien durante su campaña política para la Presidencia municipal de Zacatecas llamó “narcotraficantes” a los hermanos Ricardo y David Monreal, en un intento burdo por ganar simpatías; el espacio que se abrirá en el brinco que dará de la cámara de diputados al cabildo de la capital podría ser utilizado por la Procuraduría General de la República, a efecto de que, ya sin fuero, compruebe su dicho, se retracte o se atenga a las consecuencias por haberse puesto al tú por tú con el chamuco.
De salida 2.- Pasadas las elecciones del 5 de junio, Zacatecas volvió a la normalidad. Y es que, aunque el secretario general de gobierno, Jaime Santoyo Castro, se empeñe en asegurar que Miguel Alonso Reyes, le devolvió la seguridad a Zacatecas, y que quien diga lo contario es un “obstinado”, los muertos y la violencia se cuentan como episodios de todos los días. A partir del lunes 6 de junio, un promedio de cuatro ejecutados por día se han tenido en Zacatecas, y de eso las autoridades hacen mutis.
De salida 3.- Que dice el rector electo, Antonio Guzmán Fernández, que las cosas para la Universidad Autónoma de Zacatecas, vienen bastante difíciles durante los próximos años. ¡Bravo! El señor ha descubierto el hilo negro y se erige como el pitoniso que la máxima casa de estudios necesita.
Hasta la próxima.
El autor es analista.
