Carta a Santa

RAÚL MANDUJANO SERRANO *

Carta a Santa.- La pluma garrapatea la hoja. Al parecer, el correo tradicional es la única forma de hacerle llegar una carta al desgraciado panzón barbudo, así que, ni tardo ni perezoso, el Charles Dickens de los cuentos editoriales redacta sus pensamientos y aspiraciones… Pinche Santa, yo creo que no existes y menos aún que entres por las chimeneas. En México, la gente buena, no piensa en esas estupideces de chimeneas. No me la trago; es más, que ganas de andar regalando cosas. Algo debes esconder. Ni el teletón hace las cosas de a gratis… En fin, de cualquier modo, te recuerdo que este año no me porté bien.

Levanta la mirada, el hacedor de las fábulas navideñas del periodismo aspira sus recuerdos, mientras la pluma da vuelta entre sus dedos. Ha hecho intentos por portarse bien pero no lo ha logrado, así que, entre su incredulidad por la existencia de Noel y el diario trabajar para vivir honradamente, ni pensar el pino o las esferas pero, inicia la carta:

Estimado señor (si es que existe), le suplicó, por su seguridad, que no venga a México. Una ola de crímenes azotan las ciudades, los narcos se apoderan de las calles y las epidemias están a la orden del día. Hay demasiados bichos en el ambiente, jóvenes sin empleo que se laceran la espalda con vidrios para ganarse una moneda y niños levantando la mano para conseguir un mendrugo de pan. Los niños ya no quieren juguetes, al menos no de los que usted regala. La muñeca, la avalancha, el balero y las canicas han sido remplazados por maquiavélicos escenarios bélicos de Xbox que incentivan la portación ilegal de armas de fuego y animan los asesinatos.

Si usted, magnánimo alienígena de Toy Story, cambió los juguetes y los renos por esas máquinas y favorece la explotación infantil con teléfonos celulares, mejor opte por trabajar con Azcárraga en el Teletón o asóciese con el imbécil de Brozo. Los tres disfrazados harían la trilogía perfecta de los fantasmas de la Navidad región 4, más sin embargo, si aún prevalece en su código deontológico la secreción de los valores, lo conmino a devolverle a los niños su infancia y a los jóvenes su juventud, a los adultos su seguridad y a los ancianos su vejez. Que le quite a los juguetes su malicia y le devuelva a los sueños su misión de crecer. Que le dote a los políticos de sabiduría y los aleje de la corrupción. Que haya más empleos, escuelas y hospitales, y que todos los hogares del mundo, pero principalmente a mi país, dejen de llorar la pérdida de sus hijos por infelices manos de violencia… Y que ya se calle López Obrador…

P.D. Si lo cumples, dejo el brebaje etílico y la botana… Nuevamente el misionero de las causas periodísticas reflexiona. Las posadas lo tienen agobiado y la amenaza maya lo distrae. Arranca la hoja, la estruja con el puño izquierdo y la bota a la basura… Hay pedimentos incumplibles, y lo que el dramaturgo editorial añora como regalo, es una misión inmensa para cualquiera, y así como que un Doctor Simi vestido de rojo, botas y barba lo logre, esta en chino cantonés… Entonces a la chingada… Vámonos con los Reyes Magos, concluye el amanuense.

Colofón: Oxigeno al Issemym

Sacudidas se encuentran las paredes de la Legislatura tras la noticia de la quiebra del Issemym. Y no es para menos, pasó esa institución de medicamentos de patente y especialistas de primer nivel, a genéricos y doctores de contratos. Son miles los afiliados así que, no es sencillo el asunto. Habría que atenderlo con pincitas. Por lo pronto, quien levantó la mano a favor de los trabajadores y el rescate del Instituto fue el diputado David Parra Sánchez, quien durante la sesión de las comisiones unidas de Gobernación y puntos constitucionales, así como la del trabajo y previsión social, les dijo: “Yo no sé si ustedes han barrido las calles por un espacio de tres horas; o bien, no se si sepan el trabajo tan pesado que implica meterse a limpiar los conectores de drenaje. Son trabajos que muchos de nuestros compañeros, por ejemplo en Naucalpan, hacen todos los días, así que incrementar a 65 años su jubilación, es un exceso que no conviene a nadie”.

Y es que en la Ley, se pretendía pasar de 57 a 65 los años de jubilación. Es lo que el diputado Parra consideraba un exceso y logró que el aumento quedara en 62. La justificación del legislador es que, en materia de salud, existen ciertos sectores de población laboral cuyo promedio de vida es de 15 ó 17 años, como el caso de los empleados de limpia.

En el tintero se queda el asunto del incremento de las percepciones. Otro asunto delicadito porque, sólo se trata de rescatar pero, y ¿del servicio?  Mientras, bien por el diputado priísta David Parra.

De refilón: Feliz Navidad

Los apevetistas celebraron la noche del lunes su tradicional cena navideña con lo clásico, regalos, rifa, cena, música y algo de bebidas. Lo importante, al menos desde el punto de vista del creador de las andanzas mandujanescas, fue la presencia de muchos amigos, demasiados abrazos y cariño. Eso caracteriza a este gremio. No fueron quienes no pudieron o no quisieron, o se sienten en otro nivel, claro, más bajo… o alto, pero eso se les pasará con el tiempo. Mientras, para todos nosotros gracias. Que tengan una muy feliz Navidad.

La del estribo: El director Chucho Ruiz

Lunes por la mañana. Entra la mamá de Chuy Ruiz a su habitación para despertarlo cuando el señorito muy molesto le responde ¡No quiero ir a la escuela madre! En la escuela nadie me quiere, los niños solo piensan en pegarme y no se diga las maestras que me ven y hacen caras. Por favor no me obligues a ir… Anda Jesús, ya tranquilízate, metete a bañar y vístete. Tienes que ir, recuerda que tu eres el director de la escuela… Hasta otro Sótano.[email protected] Twiter: @raulmanduj

* Periodista

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