Partidos solo utilizan a migrantes como bandera: Carlos Sifuentes

Zacatecas, Zac.- Carlos Sifuentes, presidente del Club de Migrantes dela CostaOeste, asentó tajante que “los migrantes somos mexicanos de segunda y siempre tenemos que luchar contracorriente”.

Al platicar su historia como migrante en el Coloquio Salud y cultura para el desarrollo de las personas migrantes, realizado en el Campus UAZ Siglo XXI. Ahí, el zacatecano originario de Villa de Cos aseveró que “los partidos políticos sólo nos toman como bandera, pero si queremos competir en algo nos mandan a la cola. Lo mismo pasa con el gobierno de Zacatecas, que presume de ser binacional, pero esa no es la realidad, la realidad es que no podemos gozar ni decidir por los impuestos que pagamos”.

La historia de Carlos Sifuentes inició hace 23 años, cuando a la edad de 29 años tuvo que emigrar al estado de California, Estados Unidos, con la idea de mejorar su situación económica, aunque sin un objetivo definido de lo que quería hacer, ni de la forma cómo iba a sobrevivir, según su relato.

Junto con un amigo llegó a un taller mecánico, en el cual, el primer día, trabajaron sólo por comida. El dueño del lugar, al saber que no tenían donde quedarse, les propuso que durmieran en uno de los coches, advirtiéndoles que no salieran para nada, porque a partir de las 18:30 horas soltaba los perros, encerrándolos hasta las 7:00 horas del día siguiente. Así fueron los primeros 15 días de Carlos Sifuentes en Estados Unidos.

Después se dedicó a lavar carros, y gracias a su interés y a sus habilidades lo becaron para que aprendiera a pintar automóviles de una manera profesional, teniendo la posibilidad de enviar dólares a sus familiares de Zacatecas, aunque en una ocasión “el bendito gobierno mexicano” le desapareció los depósitos.

A pesar de vivir con ciertas comodidades, Carlos Sifuentes comentó que el migrante “siempre tiene la ilusión de volver a México, y de estar con sus familiares”.

En específico, expresó que su idea era regresar y darle valor agregado a los productos del campo, porque de la forma tradicional como se practica la agricultura consideró que no es negocio.

A partir de su regreso, según platicó, es cuando comenzó a darse cuenta de que “los migrantes somos mexicanos de segunda”, ya que junto con otros tres compañeros tardó seis meses en poder reunir documentos que se les exigían de forma intransigente. Y que por la condición de migrante no tenían en ese momento la constancia de residencia y recibos de luz y agua, entre otros requerimientos.

Posteriormente, al intentar inscribir a su hijo en la escuela también se le presentaron problemas ante las autoridades educativas que le solicitaban documentos imposibles de entregar. Por eso, hizo la reflexión de que “sería bueno que el gobierno y los legisladores se pusieran las pilas” y que no sólo se utilice la bandera del migrante en tiempos de campaña.

La historia de vida de un migrante fue la primera intervención dentro del Coloquio Salud y cultura para el desarrollo de las personas migrantes, actividad inscrita en programa de la Semana Nacional de Migración Zacatecas 2011, organizado porla Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) y el Gobierno del Estado de Zacatecas.

En el Coloquio participaron los investigadores universitarios Raúl Delgado Wise y Rodolfo García Zamora; estudiantes de las licenciaturas de Medicina Humana, Psicología y Enfermería, así como el Coordinador del Área de Ciencias dela Salud, Alfredo Salazar de Santiago, quien como anfitrión destacó el carácter interinstitucional del evento.

Por su parte, el director de los Servicios de Salud en Zacatecas, Jaime Zavala Moreno, habló de la importancia de cuidar la salud de los migrantes en un estado como Zacatecas, en donde todos tenemos algún familiar migrante, aparte de que la entidad se caracteriza por albergar a gran cantidad de migrantes, entre ellos los sudamericanos.

En especial, dijo, es importante que los zacatecanos que emigran salgan sanos, pero que regresen en iguales condiciones, ya que –comentó- no son pocos los casos en que llegan “con efectos devastadores en la salud”, por ejemplo, con problemas renales y con VIH Sida en estado terminal.

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