Carta a Verónica Díaz

OSVALDO AVILA TIZCAREÑO

El pasado 28 de abril una comisión del Comité Estatal que me honro en representar presentamos una solicitud por escrito a Verónica Díaz Robles, delegada de programas especiales del gobierno federal, con cubre bocas en virtud de las restricciones sanitarias y a nombre de miles de zacatecanos que nos confirieron la responsabilidad de representarlos, acudimos a entregar el documento y solicitar audiencia a efecto de exponer dos puntos centrales a los que me referiré a continuación:
Primero. Después de que hasta el cansancio repitió el presidente Andrés Manuel López Obrador el ofrecimiento de la entrada a una nueva era donde cambiaría radicalmente la situación para la mayoría de los mexicanos que serían beneficiarios de la panacea social traducida en apoyos a los sectores más vulnerables entre los que serían prioridad los adultos mayores, los estudiantes, los jóvenes desempleados y los discapacitados.
Esa era la promesa, para todos, para los más pobres y machaconamente se insistía una y otra vez,” directo y sin intermediarios”. Pero la realidad le demostró al propio primer mandatario que tal aseveración no era cierta e incluso en un evento público fue desmentido al solicitar que manifestaran levantando la mano los que ya eran beneficiarios de los programas sociales y la mayoría declaró no estar incluido y la situación no es diferente en Zacatecas. En nuestro recorrido diario por comunidades y colonias lo constatamos e hicimos saber a Verónica Díaz Robles en dos productivas reuniones donde con nombre y dirección precisamos los nombres de quienes esperaban ser incluidos en las acciones gubernamentales.
El tiempo pasó y muchos de los solicitantes siguen en espera, por ello acudimos una nutrida comisión a principios de este año a efecto de buscar caminos de solución a la problemática expuesta, pero nos notificaron que no era posible el encuentro solicitado hasta concluir una serie de operativos de entrega de apoyos y aunque ciertamente sostuvimos encuentro con funcionario de la dependencia, aún estamos en espera de la reunión. Por ello acudimos de nueva cuenta, pues hoy ante la amenaza de la pandemia del Coronavirus que obliga al resguardo en casa se acentúa la urgencia de recibir apoyo de la federación.
En segundo lugar acudimos a manifestar la urgencia de un PLAN ALIMENTARIO en beneficio de todos los zacatecanos, pues la Fase 3 de restricciones sanitarias por el COVID-19 implica como medida fundamental mantenerse en casa, situación que resulta prácticamente imposible para quienes no cuentan con los ingresos necesarios y deben de salir diario a emplearse en el comercio informal, algún oficio o en la fábrica y aunque se ha insistido en el “quédate en casa”, la mayoría se debate entre morir víctimas del virus o de hambre.
Esas son las razones que nos llevaron a la Secretaría del Bienestar a solicitar la interlocución de Verónica Díaz Robles a efecto de que atienda a miles de zacatecanos que esperan inclusión en la política social y acciones extraordinarias ante la emergencia, vale decir que bajo ninguna circunstancia pretendemos distribuirlo, sólo queremos que se instrumente mediante los funcionarios federales que se determine por el Presidente pero que se atienda a las familias que hoy más lo requieren, pues el problema se agrava porque brillan por su ausencia los representantes populares y políticos de todos los partidos que han aplicado con precisión la recomendación de quedarse en casa (claro como nada les falta) y han olvidado su obligación de ocuparse de los problemas de la gente, incluso resulta desconcertante y reprobable la respuesta de una diputada morenista que dijo a quien le solicitaba una despensa que no podía ayudar porque ella desempeñaba funciones legislativas y no era la Secretaria de Desarrollo Social, ¡vaya nivel de mezquindad¡
Está claro hoy más que nunca se requiere que la clase política actúe y demuestre su amor al pueblo y el presidente López Obrador debe abandonar su visión unilateral de cumplir sus deseos, pues no puede olvidar que no es el dueño de los recursos públicos, sólo el administrador, por tanto, el Tren Maya, El Aeropuerto de Santa Lucía y La Refinería de Dos Bocas pueden esperar, el hambre del pueblo no. Ojalá esta sencilla opinión que hago a nombre de miles de zacatecanos llegue a la señora delegada y por tanto pongan manos a la obra, mañana puede ser muy tarde.