La Casa de los Perros: Zacatecas sigue en alerta por desapariciones y secuestros

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Los funcionarios de la nueva gobernanza, encabezados por el secretario general de Gobierno, Rodrigo Reyes Mugüerza, sostienen como una constante el mantener esa amplia sonrisa en el rostro ante los avances de la ejemplar estrategia de seguridad de Zacatecas.

Y se regodean. Y se vanaglorian. Y son felices.

Para ellos, los de la nueva gobernanza, el Año de la Paz es exitoso. Un logro maravilloso.

Sin embargo, al arrancar diciembre, el último mes de este 2024, el dolor de una madre –sea o no exdiputada–, al observar el cuerpo maltrecho de su hijo, claro que echó por tierra tanta fanfarria.

Y lo peor viene con el silencio de esos que tanta ríen. Lo más fácil para la Fiscalía General de Justicia del Estado fue borrar con un clic la ficha de búsqueda de Jesús Donaldo de su muro en Facebook. Y ya.

Edi Melecio, de 15 años, fue privado de su libertad en Ciudad Cuauhtémoc, el 2 de diciembre, el mismo día que Jesús Donaldo. La buena noticia, él sí fue localizado con vida.

Su ficha no fue borrada y luce la leyenda, en letras grandes y rojas: localizado.

Otra buena. Víctor y Roberto estaban en calidad de “no localizados” desde el pasado 23 de noviembre, la Fiscalía publicó que el 5 de diciembre fueron encontrados con vida. Su ficha tampoco fue borrada de Facebook.

Pero, ni con esa nefasta práctica de la Fiscalía, de intentar tapar el sol con un dedo, se puede pasar por alto que diciembre ha significado para 14 familias un tiempo de profundo dolor. Sus parientes no regresaron, como cada día, a su hogar.

Y Jerez se convierte en este cierre de año en el municipio con más no localizados o privados de la libertad en todo el estado: ocho casos.

El 3 de diciembre, Mario Gallegos Bañuelos, de 47 años, no volvió. El 4 de diciembre, Juan de Casas Durán, de 60 años, tampoco.

Desde el 5 de diciembre, nada se sabe de José de Jesús Carrera Palacios, de 16 años; de Luis Alberto Río Muro, de 28 años; de Víctor Adán Sánchez de la Torre, de 17 años, y de Lizbeth Gutiérrez Hernández, de 23 años.

Sus fichas de búsqueda no han sido borradas. Siguen ahí, como un recordatorio de lo difícil que es vivir en Zacatecas en tiempos del Año de la Paz.

El 6 de diciembre, Malagüi Nayadeth Gónez Rentería, de 23 años, fue privada de su libertad, también en Jerez. De ella no hay noticias aún.

Y fue el 7 de diciembre cuando privaron de su libertad a Luis Alberto Espinoza Acuña, de 28 años. Un joven químico farmacobiólogo a quien un grupo armado se lo llevó en un tramo carretero en el municipio de Jerez, cuando se dirigía rumbo a su trabajo en la capital de Zacatecas. Hoy su familia, desesperada, exclama en las redes sociales la necesidad de verlo entrar, con vida, por la puerta del hogar.

No podemos olvidar que en Fresnillo tampoco las cosas están nada bien. Son cuatro las personas que, por una u otra razón, no volvieron a sus casas.

El 3 de diciembre, Carlos Mario Pérez Sánchez, de 39 años, fue privado de la libertad en El Mineral.

El mismo día, J. Jesús Guerrero Ruiz, de 48 años y María del Rosario Elena Ramírez Díaz, de 29 años, desaparecieron y por ello se mantienen en calidad de no localizados, según las fichas vigentes de la Fiscalía de Zacatecas.

José Manuel Ramos Galván, de 23 años, fue privado de su libertad el pasado 7 de diciembre, sí, en Fresnillo.

Desde el 1 de diciembre, Octavio Adolfo Muñoz Flores, de 26 años, sigue sin ser localizado. La última vez que se le vio fue en Ojocaliente.

Y desde el 3 de diciembre, en Morelos, de José Luis Ramírez Enciso, de 23 años, no se sabe nada.

Hablamos de 14 familias quebradas. De 14 núcleos sociales rotos que, para nada, creen que este 2024 es el Año de la Paz.

Como tampoco lo creen los familiares de Ramsés Campos, elemento en activo de la Policía Penitenciaria que la mañana de ayer domingo fue ultimado a balazos cuando regresaba a su casa tras su jornada laboral.

Todo ello, aunque los funcionarios de la nueva gobernanza sonrían y quieran hacernos creer que sí, que somos un ejemplo nacional.

El presupuesto

La diputada federal del PAN, Noemí Luna Ayala, lamentó que, a pesar de haber cuatro coordinadores de bancada en San Lázaro, léase, Ricardo Monreal Ávila, por Morena; Reginaldo Sandoval Flores, por el Partido del Trabajo; Carlos Puente Salas, por el Verde Ecologista, y ella misma, por Acción Nacional, nada, absolutamente nada han logrado hacer por Zacatecas.

La exsecretaria general del blanquiazul criticó además la cirugía mayor que, presumió el exgobernador Monreal Ávila, le harían al presupuesto.

Una operación que implicaría la redistribución de apenas 20 mil millones de pesos, algo así como el 0.25 por ciento. Como bien lo dijo, ni siquiera un curita. De risa loca.

Los panistas proponen meterle mano al 4.4 por ciento del presupuesto y que, con ello, Zacatecas se vea beneficiado. Aunque sea poquito.

Ahora habrá que seguirle la pista a Julia Olguín Serna, Ulises Mejía Haro, Soledad Luévano Cantú, Alfonso Ramírez Cuellar, José Narro Céspedes, todos ellos de Morena; así como Ana Luisa del Muro García y Magdalena Núñez Monreal, del Partido del Trabajo; y Fuensanta Guerrero Esquivel y Miguel Alonso Reyes, del Revolucionario Institucional.

Por ellos hablará su voto, no sus fotografías, no sus en vivo, no sus boletines, no su palabrería. Veremos si amor con amor se paga.

Por lo pronto, disfrutemos lo votado que todavía nos queda largo, pero muy largo camino por recorrer.

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