La Casa de los Perros: Sainete legislativo
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
En grandes aprietos económicos dejó Noemí Luna Ayala, a la administración del Partido Acción Nacional (PAN) en Zacatecas, luego que, bajo su presidencia, la deuda ha llegado casi alcanza los tres millones de pesos.
Cuando Arturo López de Lara concluyó su periodo al frente del Comité Directivo Estatal (CDE) reportó cero adeudos. Tanto la nómina, como el mantenimiento de los comités municipales, se encontraban en regla.
Ahora, la candidata para reelegirse en la presidencia, antes de pedir licencia para irse a la campaña electoral interna, solicitó al Consejo Estatal vender activos, en este caso el edificio que alberga el Centro de Capacitación, con la única intención de para pagar las deudas.
Dicho edificio, ubicado en la esquina de las calles Huicholes y Caxcanes, en la colonia Buenos Aires, se oferta en al menos tres millones de pesos, por lo cual, de llegar a venderse en esa cantidad, se podrían liquidar los 500 mil pesos que se deben a los comités municipales, a quienes no se les deposita ni un centavo desde hace tres meses.
El problema está en que al Comité Nacional del blanquiazul también se le deben más o menos 1.5 millones de pesos; sin contar que ya hay un acumulado de más de un millón de pesos para hacer frente a la nómina. Total, que la quiebra del partido está a la vuelta de la esquina.
Según los panistas, que se encuentran molestos por el hecho de tener que deshacerse de su patrimonio, los gastos desmesurados en la última campaña, así como el hecho de que la nómina creció de 24 a 38 trabajadores, además de una mala administración de los 12 millones de pesos anuales que recibe el Partido como financiamiento de parte del Instituto Nacional Electoral y el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas, tienen en estos aprietos al Comité Estatal.
Cabe destacar que Noemí Luna, cuando accedió al cargo, se incrementó el salario de 38 mil pesos al mes a 40 mil; mientras que, por ejemplo, el secretario general, Joel Arce Pantoja, ahora con funciones de presidente, inició cobrando 23 mil y terminó percibiendo 30 mil pesos.
De mal en peor
Quienes igualmente están de mal en peor son los integrantes de la LXIII Legislatura, y es que algunos diputados de Morena, encabezados por Jesús Padilla, su coordinador, hicieron tremendo berrinche porque forzosamente quieren reformar el Artículo 244 del Reglamento del Poder Legislativo, para que la edad mínima para ocupar la Secretaría General sea de 30 años, y así su recomendado, Rafael Llamas, pueda ocupar el cargo. Quieren su ley a modo y no hay poder humano que los haga reflexionar.
Por ello, a través de sus redes sociales, se lanzaron en contra de los faltistas a quienes llamaron “irresponsables”, a sabiendas que en ese grupo de los que “no quisieron” trabajar se encontraba sus compañeros Armando Perales y la próxima superdelegada Verónica Díaz.
Pero, además, les hicieron el vacío a quienes quieren imponer a como dé lugar a su gallo los priistas Carolina Dávila y Luis Esparza, así como los panistas Guadalupe Correa, Emma Lisset y Pedro Martínez. Se unieron al boicot los del Partido del Trabajo, Dolores Hernández y Gabriela Pinedo.
Para que el espectáculo estuviera completo, tampoco se aparecieron por el salón de sesiones los perredistas Juan Mendoza, Eduardo Rodríguez y Edelmira Hernández, como tampoco Javier Calzada, de Encuentro Social, y los del Verde Ecologista, Adolfo Zamarripa y Susana Rodríguez del PVEM.
Cabe destacar que la renuncia de Refugio Medina, a la Secretaría General, tenía fecha de vencimiento justo ayer 27 de noviembre.
Y así, en lo que se deciden por las peras o las manzanas, los 30 diputados, a casi tres meses apenas de haber accedido al cargo, tienen paralizado el trabajo por el cual perciben sus jugosas dietas. Claro, sin contar con las herramientas legislativas.
Presa politizada
Quizás acostumbradas las diputadas Alma Dávila y Gabriela Pinedo, a que nadie les refute nada, recibieron de parte del secretario del Agua y Medio
Ambiente, Luis Fernando Maldonado Moreno, un estate quietas. Y es que, luego de que ellas armaran todo un drama al estilo de las telenovelas de Televisa, para descalificar el proyecto del Sistema Milpillas y la Presa San Andrés, el funcionario estatal simple y sencillamente les dijo que sus dichos «no corresponden con la verdad de lo que acontece en los ejidos» de Atotonilco y El Potrero.
De todos es sabido que son grupúsculos los que, a como dé lugar, quieren echar abajo la obra, por ello, como lo dijo Maldonado Moreno, la de Morena y del PT llevaron a cabo una visita «sesgada» con sabrá Dios qué intereses.
De cualquier manera, mientras el titular de SAMA dejó en claro que los trabajos continúan realizándose, en acuerdo y con respeto a los ejidatarios del municipio de Jiménez del Teul, la población sigue en espera de que, por ejemplo, Gabriela Pinedo transparente las contrataciones que autorizó, y demuestre que no llegó al Congreso sólo para servirse a ella y a su familia.
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