La Casa de los Perros: Recaudación sorprendente
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Jorge Miranda Castro es el funcionario en el gobierno que encabeza Alejandro Tello Cristerna, que quizás con más consenso llegó. Su paso por el mismo cargo, titular de la Secretaría de Finanzas en el sexenio de la ex gobernadora Amalia García Medina, dejó muy buen sabor de boca en la mayoría de los sectores.
A esto se le adiciona su carácter amable, siempre atento y, sobre todo, muy ejecutivo en el actuar, por ello fue siempre el brazo derecho de la perredista; pero llegó el momento de volar y, arropado por el Partido Verde Ecologista (PVEM), se lanzó como candidato a una diputación local.
En ese entonces, la cabeza de la fórmula la encabezaba Xerardo Ramírez Muñoz, quien por poco se hace de la alcaldía de esta capital; a Miranda Castro, que buscaba la diputación por el Distrito II, se sumaba además Cuauhtémoc Calderón Galván, él iba por el Distrito I.
Al final, Jorge Miranda perdió y, desde entonces no se le volvió a ver, aunque aparecía entre los hombres fuertes del Verde, pero como lo suyo, lo suyo, son los negocios, dividió su residencia entre Guadalajara, Monterrey y Zacatecas.
Ahora volvió como el hombre fuerte del inquilino de La Casa de los Perros, pero las expectativas de su trabajo no han logrado permear como se esperaba. Sus decisiones, desde querer legalizar los autos chocolates, en contraposición a lo mandatado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), hasta la pifia enorme que ha significado el Impuesto Ecológico, lo tienen en el ojo del huracán.
Aunque la gota que derramó el vaso fue sin duda su negativa a responder, como lo marca la ley, una solicitud de información que sólo pedía el listado de quiénes recibieron en el sexenio pasado –que ni siquiera era de su daño–, bonos de productividad.
La Ley de Transparencia es clara y dice que esos datos tienen que estar publicados, pero a Miranda Castro eso no le pareció prudente y le dio vueltas y vueltas a la respuesta hasta que no le quedó de otra; pero como no lo hizo bien, pues le salió el tiro por la culata y acabó enredado en una serie de mentiras e inconsistencias.
Ahora vuelve a las andadas y, a través de una serie de comunicados de prensa, primero dijo que la Secretaría de Finanzas, a su cargo, tenía planeado recaudar 459 millones 558 mil 388 pesos por el pago de tenencias atrasadas, impuesto a la infraestructura y el impuesto de la UAZ.
Luego, el 19 de febrero, a través del comunicado 267, de la Coordinación de Comunicación Social, aseguró que «Con una recaudación histórica de 520 millones de pesos, el pasado 17 de febrero concluyó el periodo de mayor beneficio que otorga el Decreto Gubernativo de Estímulos Fiscales».
Y además dijo que el 70 por ciento del padrón total –440 mil contribuyentes– «ha cumplido en tiempo y forma con sus contribuciones; de seguir esta tendencia, al final de marzo, el cumplimiento será de 90 por ciento», Pura felicidad, en promedio, cada persona pagó unos mil 680 pesos.
Pero de pronto, Jorge Miranda, a través de otro comunicado, el 789 fechado el 17 de mayo, informó que «Al concluir el Decreto Gubernativo de Estímulos, la recaudación estatal superó 1 mil 100 millones de pesos. Esto significa que 90 por ciento del padrón cumplió y que más de 395 mil contribuyentes zacatecanos obtuvieron diversos beneficios».
Esto quiere decir, según lo explicado por el secretario de Finanzas, que sus esfuerzos como recaudador son dignos de un gran aplauso, pues el 70% de los contribuyentes pagaron 520 millones de enero a febrero, pero el 20% que pagó de febrero a mayo, 580 millones. ¡Sorprendente!
Talentos
Un éxito resulta ya el programa de Ligas Estatales de Desarrollo de Talentos, cuyo objetivo es activar el deporte en todos los municipios del estado, para que los jóvenes tengan una alternativa más, antes de pensar en involucrarse siquiera en temas delictivos. Poco a poco, Adolfo Márquez Vera, titular del Incufidez, demuestra que en el gobierno del Estado alguien sí quiere trabajar y lo hace bien.
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