La Casa de los Perros: Las promesas incumplidas
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
“Hoy, a unas horas de concluir con mi responsabilidad al frente del Gobierno estatal, puedo decir que me siento satisfecho por el trabajo realizado; es cierto que aún quedan muchos retos por superar, pero los zacatecanos pueden tener la certeza de que sentamos las bases para que la próxima administración continúe lo que iniciamos”. Estas fueron las palabras de Miguel Alonso Reyes, luego de inaugurar el Centro Cultural Toma de Zacatecas. Hoy, tras dos meses, la verdad se revela implacable.
Las observaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), por más de seis mil millones de pesos, que actualmente padecen en el Gobierno del Estado, mantienen paralizadas varias obras que presumió el anterior gobierno. Bueno, algunas hasta las inauguró con bombo, platillo y sus respectivas placas.
Hasta este momento, porque faltan las del 2015 y 2016, hay 92 observaciones del ejercicio fiscal 2014, que mantienen congeladas obras por alrededor de mil millones de pesos. El dinero, supuestamente, está en poder del gobierno, pero por las omisiones de algunos no se puede utilizar y, de hecho, hasta se tendría que devolver a la Federación.
Ahí está la construcción de la Presidencia Municipal de Fresnillo, misma que desde hace tres semanas fue detenida porque simple y sencillamente ni la Secretaría de Infraestructura, a cargo de Francisco Ibargüengoytia Borrego; ni la Presidencia Municipal, con Gilberto Dévora a la cabeza; ni Fernando Soto Acosta, a cargo de los dineros; ni tampoco Guillermo Huizar, auditor del estado y flamante asesor de cabecera del ex gobernador Miguel Alonso Reyes, ni nadie, hizo su trabajo. No se ocuparon de concluir la obra que desde hace un año, conforme lo establecía el calendario, tenía que estar terminada. Ahora, por órdenes de la ASF, la incapacidad de estos ex funcionarios obliga a tener que regresar unos 200 millones de pesos.
Por cierto, fue A2GE Contratistas la empresa que ganó la licitación pública nacional de Sinfra, para la construcción del Centro de Servicios de Atención a la Ciudadanía en Fresnillo, que sustituiría a la actual alcaldía, como lo anunció Miguel Alonso en su quinto informe de gobierno. Aquí habrá que ver qué responsabilidad tiene también la constructora en este desastre.
Supuestamente, el proyecto “más ambicioso” de la administración de Miguel Alonso, que tuvo, bueno eso dijeron, una inversión de 520 millones de pesos, tendría un área de exposiciones temporales y una para talleres artísticos, además de una plaza de acceso, pórtico, lobby, área para alimentos y bebidas, camerinos, salón de usos multiples, terrazas y patio de maniobras.
Ah, pero también sería la nueva casa de estudio de la Banda Sinfónica de Zacatecas. De todo ello, solo mentiras. Diariamente los zacatecanos que transitan por el lugar lo observan como ya se cae a pedazos en el olvido y la ignominia de la corrupción y, penosamente, de la impunidad.
Esta obra, supuestamente sería para mejorar la conectividad de la zona metropolitana y desahogar el tráfico del bulevar. El banderazo de salida a las máquinas se dio el 8 de diciembre de 2015, en cuyo acto Miguel Alonso anunció una inversión de 220 millones de pesos, pues tendría una extensión de cinco kilómetros y conectaría a los municipios de Zacatecas, Vetagrande y Guadalupe. Vaya, vaya.