La Casa de los Perros: De paseo por Valparaíso
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Tuvieron que transcurrir nueve meses para que la secretaria general de Gobierno, Gabriela Pinedo Morales, tuviera a bien ir a retratarse con el alcalde de Valparaíso, Eleuterio Ramos Leal.
A tres meses de que Zacatecas cumpla un año con la nueva gobernanza, y cuando la entidad se mantiene firme en el octavo lugar con más homicidios dolosos, tomando en cuenta que en todo el 2021 se registraron 493 muertes violentas, y en lo que va de este 2022, la cifra ya supera los 582, la funcionaria recordó que Valparaíso existe en el mapa.
En este sexenio de la política de los abrazos y jamás balazos a quienes delinquen por parte del presidente Andrés Manuel López, Zacatecas ya suma cuatro mil 248 homicidios, lo que nos deja ver que el panorama no es nada esperanzador.
O bueno sí. Gabriela Pinedo se comprometió a realizar reuniones de evaluación y seguimiento de su problemática. ¡Uf! ¡Qué alivio!
Según el taco de lengua del día, si a la flamante funcionaria –involucrada por cierto en la Estafa Legislativa y por tanto con nula credibilidad en tanto no aclare su participación en ese robo en despoblado–, no le dan ganas de tomarse una foto en Valparaíso, ¿el municipio se queda sumido en la ignominia?
¡Claro que no!
En una entidad en la hace seis años, el promedio de homicidios era de 0.78 por día, y ahora en el 2021, con Morena ya en el poder, dicho promedio ascendió a 4.4 muertes cada 24 horas, lo que menos se necesita es que una gris funcionaria que no ha aportado al estado un solo resultado nos venga con el cuento de que con reuniones de seguimiento se generarán “condiciones de paz, tranquilidad y seguridad en el municipio”.
Por eso el alcalde Eleuterio Ramos Leal tiene otra agenda. Una que apremia a él como funcionario y a los habitantes como los principales afectados con los desplazamientos, las balaceras y la incertidumbre de vivir bajo fuego.
Si el presidente municipal no hubiera implementado su Programa Municipal Para la Prevención del Delito y Violencia, el panorama en el que el número de defunciones en jóvenes de entre 15 a 21 años –de acuerdo con cifras otorgadas por el Hospital Comunitario de Valparaíso–, fue de 41 decesos, seguiría igual, o peor.
Hoy, en Valparaíso, este proyecto tiene una cobertura de 11 mil 235 beneficiarios en donde la población objetivo, de entrada, son 83 niños, adolescentes y jóvenes pertenecientes a 57 escuelas de la Cabecera Municipal y las lastimadísimas comunidades de Lobatos, Santa Lucía de la Sierra, San Antonio de Padua, San José del Vergel, Trojes y San Mateo.
La prioridad en un municipio en el que la presencia de grupos delictivos ha ocasionado la inestabilidad social con enfrentamientos constantes, asesinatos, robo con violencia, desplazamiento de comunidades y secuestros es que, en nueve meses, y con tres millones 736 mil pesos, se pueda rescatar la paz social desde la formación de las nuevas generaciones.
La quinta ola
En la nueva gobernanza, lo importante en los tacos de lengua diarios sobre la pandemia del coronavirus es destacar que Zacatecas transita sin decesos relacionados al Covid-19, aunque el informe no ha dejado de reportar casos. Ayer fueron 25 y 240 enfermos activos.
Y mientras en Zacatecas intentan tapar el sol con un dedo, en entidades como San Luis Potosí, ante el repunte de casos se determinó que, a partir de ayer, el uso de cubrebocas es nuevamente obligatorio en espacios abiertos y cerrados, es decir, en todo momento y lugar.
Además, se anunció que, de presentarse un incremento de casos positivos en los próximos días, se habilitarán nuevas sedes para realizar pruebas gratuitas de manera masiva, aunque la cifra de decesos siga en cero.
En Coahuila, el secretario de Salud, Roberto Bernal Gómez, en lugar de andar en la grilla, se presentó a los medios para informar a los habitantes luego de que se presentó un incremento del 19 por ciento en los casos de Covid-19.
En el estado vecino también se dejó en claro que se mantienen firmes los dos pilares para la prevención de Covid-19 en la nueva ola: el uso estricto de cubrebocas en lugares mal ventilados y cerrados; espacios abiertos con alta concentración de personas y sin distancia adecuada. Y la vacunación a todos los que faltan, incluyendo menores de 11 años.
Por estos lares, la intensa campaña de prevención que vimos durante el gobierno de Alejandro Tello Cristerna ha quedado en el olvido. Y en las redes sociales se manifiestan las dudas, siendo la más simple: ¿seguimos usando cubrebocas o lo dejamos en casa?
Usted amable lector, no espere a que algún día en Zacatecas alguien quiera informar al respecto y mantenga la guardia en alto, continúe usando su cubrebocas y cuídese mucho que esto no ha terminado.
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