La Casa de los Perros: David Monreal no es «gallo» del PT
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Muy contentos, y casi (por aquello de la pandemia) tomados de la mano, hicieron su aparición la senadora Geovanna Bañuelos de la Torre; el diputado federal Alfredo Femat Bañuelos; el alcalde de Loreto, José Luis El Cepillo Figueroa, y quien sólo se aparece en Zacatecas cuando hay elecciones, Magdalena Núñez Monreal para, comandados por el coordinador de los petistas en San Lázaro, Reginaldo Sandoval Flores, dejar en claro que David Monreal Ávila ni es petista ni es su gallo y, por lo tanto, no será incluido en la encuesta estatal para elegir a su candidato a la gubernatura.
Dolidos todavía por la jugada que Morena les hizo en la Cámara de Diputados, negándole al PT la posibilidad de encabezar la presidencia de la Cámara, para darle paso a la priista Dulce María Sauri, reconocieron que si hay un amor sincero ese es el del Partido Verde Ecologista, y nada más.
Por eso, Reginaldo Sandoval alardeó que, en Zacatecas, el Partido del Trabajo puede ir solo a la contienda del 2021, tanto en lo referente a la elección de gobernador, como a diputados y alcaldes.
Actualmente, el PT en el Congreso del Estado cuenta con dos diputados, por mayoría, Dolores Lolo Hernández, y plurinominal, Gabriela Pinedo Morales. Tuvo otra, la de Armando Perales Gándara, quien al final chapulineó y se asumió morenista de corazón; y tres alcaldías, la de Loreto con El Cepillo; la de Ojocaliente con Daniel López Martíne, y la de Nochistlán, a cargo de Armando Delgadillo Ruvalcaba. A ellos se suman la senaduría pluri de Geovanna Bañuelos y la diputación federal ganada en las urnas por Alfredo Femat.
Los cinco, hay que decirlo, accedieron a su cargo de representación popular gracias a que la ola llamada Andrés Manuel López Obrador felizmente los arrastró, de ahí que la presión que desde ahora quieren ejercer, recordando un día sí, y el otro también, que sólo ellos han estado siempre con El Peje es eso, simple coacción para negociar posiciones.
De cualquier manera, el PT ya se declaró listo para, tras arrancar hoy el proceso electoral 2020-2021, seguir negando que ven como su candidato a David Monreal. Al final, lo más seguro es que terminen levantándole la mano cuando desde la Ciudad de México, el dueño del partido, Alberto Anaya, haya conseguido sus objetivos y dé la orden respectiva
Opacos
El IZAI dio a conocer el resultado de la Verificación Vinculante a las obligaciones de transparencia de los 58 ayuntamientos de Zacatecas, y resulta que, de 58 gobiernos municipales, sólo Guadalupe, al mando del morenista Julio César Chávez Padilla; Villanueva, que encabeza el perredista Miguel Torres Rosales, y Concepción del Oro, que preside el priista Anastacio Maldonado, cumplieron al cien por ciento con la publicación de sus obligaciones con la transparencia. Apenas el 5% del total. Una vergüenza.
La información que la mayoría de los alcaldes de Zacatecas decidieron mantener en su cajón se refiere a viáticos, gastos de representación, inventarios, contratos y convenios, inventarios y licitaciones, entre otras.
El promedio de calificación de los Ayuntamientos ronda el 71.83 por ciento, pero, se destaca, son 20 municipios los que ni eso alcanzaron.
Algo que resaltó el IZAI es el hecho de que Villanueva se convierte, por segunda ocasión consecutiva, en el único gobierno municipal en mantenerse con un cien por ciento de cumplimiento.
Así, se deja claro que hay alcaldes como Miguel Torres que acatan la Ley de Transparencia sin miramientos, pero hay otros como el priista Bárbaro Flores, de Villa García; o el de Nueva Alianza, Guadalupe Trejo Quiroz, de Melchor Ocampo, o el de Movimiento Ciudadano, Enrique Sánchez Montoya, de Luis Moya, que simple y sencillamente no presentan absolutamente nada de información cargada en la Plataforma Nacional de Transparencia.
Sin duda el problema estriba en que, si desde el Gobierno del Estado se pasan la Ley de Transparencia por el arco del triunfo, los alcaldes siguen el ejemplo y, para muestra, el botón del SEDIF, que hasta lo último se negó a entregar a un ciudadano la información financiera referente a la Feria Nacional de Transparencia.
El director de la dependencia, Omar Acuña Ávila, que erróneamente cree que el dinero público lo puede manejar a su antojo sin rendir cuentas, dijo que mejor pagaba la multa de su bolsillo antes que dar a conocer a los ciudadanos cómo, cuánto y en qué se gastó el presupuesto millonario destinado a la celebración de la kermés zacatecana. De pena ajena.
Gris hasta el final
Justo cuando a la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) le urgía un cambio de rumbo, tras la gris rectoría de Antonio Guzmán Fernández, llegó la pandemia del coronavirus y ahora, para pesar de la comunidad universitaria, se quedará en el cargo hasta nuevo aviso.
Al rendir su cuarto informe de actividades, que en la normalidad tendría que haber sido su despedida, Guzmán Fernández ocupó buena parte de su discurso dominical a tratar de desmarcar a la UAZ de la Estafa Maestra, en la que injustamente, se lamentó, se involucró a la que Máxima Casa de Estudios que forma parte de la deshonrosa lista de 12 universidades en donde el dinero, año con año, se va a un barril sin fondo.
Y siguiendo la línea del presidente de la República, ahora Antonio Guzmán optó por la salida fácil: culpar a los medios de comunicación del hecho de que, en investigaciones de la Auditoría Superior de la Federación, algunos “actos personales” de directivos y maestros presuntamente los tengan involucrados en el caso de corrupción que mantiene en la cárcel a la exsecretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga.
El rector de la UAZ dijo que, como el Gobierno Federal de la 4T, el mismo que ha exculpado a oscuros personajes como el director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Díaz; a la directora de la Conade, Gabriela Guevara, y a la propia secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, no ha iniciado ninguna investigación penal, los señalamientos son sólo producto de “un permanente hostigamiento y escarnio”. Vaya, vaya…
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