La Casa de los Perros: la «herencia maldita» en Sombrerete

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Crítica es la situación que actualmente padecen los municipios en el país, y obvio Zacatecas no puede ser la excepción. Los manejos corruptos y ultra deshonestos de los hoy exalcaldes, de todos los partidos, de todos los colores y sabores salen a la luz.

Pero, como ha sucedido durante años, nada pasará. El castigo a lo podrido de su actuar quedará impune. Siempre ha sucedido y seguirá el mismo camino.

Ahora tocó el turno al presidente municipal de Sombrerete, Ramiro Hinojoza Aguayo, quien dio a conocer que tras la salida del priista Alan Murillo Murillo, que gobernó esa región desde el 2018, la deuda ya supera los 800 millones de pesos.

Eso, sin dejar de lado la enorme base aérea de alrededor de 121 aviadores que le heredó quien aún con todos los señalamientos en su contra, pretendió ser diputado local. Por lo del fuero, por qué más.

El tesorero municipal, Juan José Frayre Dueñas, detalló que hoy día, el gobierno tiene un déficit mensual de cuatro a cinco millones de pesos. Y todo porque la nómina asciende a ocho millones de pesos. Así nomás.

Lo malo de la historia es que las participaciones federales apenas llegan a los 10 millones de pesos, a lo que se deben agregar gastos por 1.3 millones de pesos en energía eléctrica y un millón en alumbrado público.

Así, sumando y restando, a la actual administración de Sombrerete no le queda ni para los chicles.

Ramiro Hinojoza, quien se queja amargamente, como si no hubiera sabido en las que se metía, explicó que hoy existe un adeudo por 254 millones de pesos con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) por el Impuesto Sobre la Renta (ISR) que se retuvo, pero no se pagó.

Esta situación, además de lo que implica económicamente, puede constituirse en un tema de evasión fiscal, un delito grave que le toca perseguir a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Y lo que aqueja al resto de los municipios, en Sombrerete es algo muy severo: la deuda con el IMSS. Aquí estamos hablando de 126 millones de pesos, cantidad que, si bien se logró reducir tras un decreto federal que condonó multas y recargos, de cualquier manera, es algo que ni Dios Padre podría pagar.

Y cuando pareciera que las cosas podrían llegar al límite hizo su aparición el director de Recursos Humanos, Jorge Velázquez Vacio. Él se encargó de informar que fueron 121 los aviadores que se encontraron incrustados en la nómina de 688 trabajadores.

Obviamente, después de dos administraciones municipales priistas, ya cobraban de lo lindo, sin trabajar claro está, familiares de los hoy exfuncionarios que ni siquiera radican en el municipio.

Ahí les va: una sola familia cobraba hasta 60 mil pesos mensuales sin hacer nada de nada. Ni las becas del que dicen que ya se fue son tan redituables.

También dijo que como por arte de magia desaparecieron contratos, convenios y nóminas.

El encargado de continuar con la letanía de irregularidades fue el asesor jurídico, Roberto Cordero Escamilla. Él detalló que existen 18 demandas laborales de exfuncionarios, principalmente jefes de departamento, los que concluyeron su periodo legal y aun así solicitaron finiquitos. Ni modo que se iban a ir con los bolsillos vacíos. Esto ya generó una carga económica de unos seis millones de pesos.

Lo malo es que apenas andan integrando las denuncias penales y administrativas contra quienes resulten responsables, ya que el contralor municipal, que trae en sus venas sangre tricolor ha sido omiso en su función de iniciar procesos sancionatorios.

Por lo pronto, porque no se ve por algún lado que la situación se pueda arreglar, las participaciones federales de los próximos 45 años ya están comprometidas.

Martín Hernández Pineda, director de Limpia, dijo que para las 120 toneladas diarias de basura que se producen en Sombrerete y sus comunidades, sólo existe un camión recolector y uno compactador.

Y como no se cuenta con maquinaria propia, se vieron en la necesidad de contratar equipo externo a un costo de mil 500 pesos por hora.

Quien puso el último clavo en la cruz fue Víctor Manuel Quirino, encargado del control vehicular; reveló el deterioro y abandono del parque vehicular. Reportó que 43 vehículos se encuentran desvalijados, además que los refrendos no se han pagado desde 2021.

La deuda por ello ya es de dos millones de pesos.

Y, por si fuera poco, hay cuatro vehículos municipales cuya ubicación sólo la conoce, al parecer, Obama.

Hay, además, una patrulla siniestrada y abandonada en Torreón. No se le dio atención durante mil 278 días, lo que resultó en una pérdida de 700 mil pesos. Vaya, vaya…

Jerezanos ganadores

Fernanda Ibarra Ruiz, Lauro Berumen Fernández, Fernando Moreno Cabral, Claudia Trujillo Magallanes y Carlos Gámez Ureño son los cinco alumnos del Instituto Tecnológico Superior de Jerez que obtuvieron el tercer lugar nacional en el Innova TecNM 2024.

Fue en Colima en donde los estudiantes jerezanos afrontaron el reto: autosuficiencia alimentaria enfocándose en desarrollar de manera intensiva, en un periodo de 42 horas, una propuesta de solución a un problema con la empresa Sal Real de Colima, integrando de manera armónica tecnología, metodologías, creatividad e innovación.

Los chicos de Jerez, y su proyecto TechWave, fueron respaldados su asesor Héctor Carrillo Esquivel y la coordinadora Mayra Regalado Pérez.

Al Innova TecNM 2024, en donde participaron cinco mil alumnos de 160 tecnológicos, los jóvenes estudiantes del Tecnológico de Jerez pudieron asistir gracias a las gestiones del director Juan Antonio Rangel Trujillo.

Esta es una muestra de que nada cuesta apoyar a los jóvenes para que las oportunidades se abran a su paso. Eso debe ser el verdadero eje y ellos, los estudiantes brillantes, la prioridad.

Pero no todos lo entienden, prefieren disfrutar lo votado en la comodidad de su mediocre escritorio.

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