La Casa de los Perros: Rocío sí, ¿Ricardo no?

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Ellos, en este orden, son los consentidos del presidente Andrés Manuel López Obrador: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Juan Ramón de la Fuente, Esteban Moctezuma, Tatiana Clouthier y sí, Rocío Nahle García.

Hay dos buenas y una mala.

La mejor: López Obrador ya tiene bien claro que a los mexicanos sí les da urticaria la sola idea de que por su cabecita blanca pase siquiera el pensamiento remoto de querer reelegirse. El contrato de arrendamiento en Palacio Nacional tiene vigencia y no se puede prolongar por ningún motivo. Por ninguno.

La buena: que entre sus preferidos sí hay alguien nacido en esta tierra, en específico en Río Grande: la secretaria de Energía, Rocío Nahle, una mujer que ha sabido mantenerse en el ánimo del Peje y lo tiene contento siempre.

La mala (para algunos): la insistencia de López Obrador por mantener fuera del círculo de sus predilectos a Ricardo Monreal Ávila, quien dicen ya tiene más que claro que, por Morena, no será candidato a la Presidencia de la República.

Intentó apuntalar al partido Fuerza por México, que era su plan B, pero las cosas no salieron bien. El instituto político no logró conservar su registro. Bueno, ni siquiera un diputado federal logró colocar. Ni a su hija. Ni modo.

La otra opción: dada la tozudez de López Obrador de que en la 4T hay muchas cartas en la baraja de la elección presidencial, casi para tirar para arriba, y que los de enfrente, los neoliberales, los clasemedieros, los que roban, los que se corrompen y corrompen, los malos de la película pues, no tiene a nadie, la figura del senador y exgobernador de Zacatecas le gusta y convence a la oposición. Finalmente es uno de los suyos. No nos hagamos, la sangre tricolor no sale tan fácil.

Así las cosas, lo único que no se quiere en Zacatecas es que, al gobernador electo, David Monreal Ávila, le gane el corazón y termine peleado con el presidente al que todavía le quedan tres años.

Sigue el terror

Otra vez, y para no variar, el crimen organizado hizo de las suyas en Zacatecas. Dos colgados, un encobijado, dos cabezas a simple vista (olvidaron las hieleras) y al menos cuatro ejecutados en Fresnillo y Zacatecas.

En la intersección entre las carreteras federales 45 y 54, a unos metros del Instituto Tecnológico Superior de Zacatecas, y a sólo un kilómetro de las oficinas de la Fiscalía General de Justicia del Estado y del Poder Judicial, los zacatecanos que madrugan fueron los testigos del dantesco espectáculo que significa ver a dos personas, semidesnudas, colgando de un puente. Claro, con su respectiva narcomanta a un lado dedicada al gobierno de San Luis Potosí “por andar de volteados y andar apoyando a los sinaloas”.

Envueltos en cobijas y bolsas negras de plástico, bajo el puente peatonal que cruza la carretera federal 45, frente a la escuela de Agronomía, en la comunidad Cieneguillas, se encontraron los restos humanos de quien no se tiene aún precisión si se trata de una persona o varias.

Y cuando apenas los zacatecanos salían de este nuevo shock, dos cabezas humanas fueron dejadas en la parada del autobús de la comunidad El Visitador, a un costado de la carretera federal 54.

En Fresnillo y Zacatecas ocurrieron las ejecuciones de cuatro hombres. A punta de balazos perdieron la vida en esta guerra sin cuartel.

Nuestro todavía inquilino de La Casa de los Perros urge al presidente López Obrador una audiencia para solicitar la ayuda que hasta hoy no ha llegado. Ojalá y El Peje reciba a Alejandro Tello, porque una cosa sí es segura: el de Zacatecas no colocará su banquito a las afueras de Palacio Nacional. Ese circo se lo dejamos solo al de Michoacán.

Pateando el bote

Nuestro futuro inquilino, a partir del 12 de septiembre, dedicó su mañanera, a la problemática del Issstezac, en donde acusó a los gobiernos de Miguel Alonso, y de paso al de Alejandro Tello, de todos los males que aquejan al Instituto de Pensiones de Zacatecas.

Eso sí, se olvidó que la crisis del Issstezac tiene sus orígenes justo en los gobiernos de su hermano Ricardo Monreal y en el de su enemiga cantada, y próxima diputada federal por Movimiento Ciudadano, Amalia García Medina.

Pidió a los diputados que se pongan a trabajar y, de una vez por todas, aprueben la iniciativa de reforma a la Ley que envió Alejandro Tello. Ojo, a los legisladores, aunque no les guste, les quedan dos meses en los que sí cobran una dieta que, al parecer, quieren disfrutar sin trabajar.

Pero, como quien dice, ese pollito le tocará comérselo solo a David Monreal. Ni modo.

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