¿Qué debemos leer entrelíneas de los dichos de Elba Esther Gordillo Morales?
SARA LOVERA
Habrá mil interpretaciones. Lo que vi fue a una mujer echada para adelante. Se diría segura y con temple. Guerrera como ella misma se autodenomina. Con advertencias claras: la reforma educativa se derrumbó; los maestros no son responsables del mal sistema educativo; juntos harán una educación de excelencia, están llamados a encabezar los cambios por venir.
Y acusó: fuimos un blanco fácil, un chivo expiatorio. “Soy inocente” y los maestros y maestras volverán a valorarse. Y recalcó trascendente “la lección ciudadana” – refiriéndose a las elecciones del uno de julio- hay que actuar frente a lo que viene sin obsesiones, sin odios, sin rencores, dejar el pasado y prepararse para el futuro.
Elba Esther Gordillo Morales durante más de 30 años fue la dirigente del sindicato más grande de América Latina, uno que aperturó la demanda salarial y avanzó al control administrativo y estructural del Sistema Educativo Nacional. Ella durante mucho tiempo estuvo en la primera fila de los poderosos.
Estuvo colocada en el estrado, habló en medio de cámaras y micrófonos. Su locución no tuvo ninguna fisura en el discurso ni en las palabras. Más que dura, se la veía serena y firme. El ambiente de su aparición en público estuvo perfectamente preparado, leería durante casi 13 minutos frases bien pensadas y bien construidas en dos sentidos, llamando al sentimiento, que ha demostrado ser eficaz y certero mostrándose como víctima de una acción política y el resto del discurso, diciendo lo mismo, usó 6 formas distintas, que nos llevan a proclamar su regreso. Habló 4 horas antes de que oficialmente el presidente Enrique Peña Nieto, señalado como responsable de su encarcelamiento, diera el banderazo del comienzo del ciclo escolar. Y dos horas antes del encuentro entre los dos presidentes, el que está en funciones y el electo.
La trayectoria de la maestra, analizada y explicada en al menos 5 libros, muchas tesis y hasta un análisis de género, es muy singular. Una mujer de poder real en un país de machos donde abrió compuertas y espacios en el pasado. Creó el grupo Mujeres de México y en su haber, cierto o falso, estuvo en su mano el fracaso en 2006 de Andrés Manuel López Obrador, el primero en darle públicamente un lugar privilegiado en las decisiones políticas y luego se la consideró como un dique para la reforma educativa del sexenio que está por terminar.
En el SNTE creó estructuras paralelas del Sistema educativo, ayudó a construir 2 partidos políticos. La Reforma Educativa que definió como derrumbada, pensada como un intento de cambios de fondo, que ofreció revolucionar a todo el sistema y se pretendió de gran calado, sin embargo ha sido interpretada como un mecanismo de reforma laboral, defendida y criticada y que hoy, según Elba Esther, fracasó.
Palabras fuertes. Pensadas con detenimiento. No se pueden leer en la superficie que abren un nuevo debate. Ella se dijo víctima de una persecución política, de acoso e injusticia, producto de un expediente basado en «mentiras y acusaciones falsas». Su liberación ya es interpretada como un remate al actual gobierno, acosado por hechos y circunstancias graves, de la falta de crecimiento económico a los escándalos de corrupción sistemáticos, desde hace 5 años.
Es espectacular ver esta que se llamó conferencia de prensa. Parecía el discurso de alguien que regresa por el poder. Como dije entretejido de sutilezas para jalar el sentimiento y no precisamente la razón. Habló al corazón, dijo que sufrió ella, pero también su familia, durante todos los minutos frente al micrófono fue interrumpida 14 veces por el auditorio, con aplausos, gritos de apoyo, porras, en sala llena, donde también aplaudieron los periodistas.
Ella, como algunos otros líderes de la última fase de lo que los obrerólogos de mi tiempo –los años 80- llamaron el sindicalismo de la Revolución Mexicana, integrantes del primer círculo del poder que cogobernaron con los presidentes de la República se veía triunfadora y dolida. Este sistema de poderes diversos en México ha llamado la atención en todo el mundo, pero definitivamente fue real.
De ella se habló en todos sentidos. Un testimonio en televisión, la muestra como una mujer que vino de abajo y se fue encumbrando. Informaciones diversas la consideran en su origen como una militante de izquierda y como ella se dice, guerrera.
Y parafraseando el presidente electo, llamó al pueblo y todos y todas a estar a la altura de los tiempos por venir. Y explicó, lo que escuchamos sistemáticamente en la campaña de MORENA, cómo se minimizó a su gremio al que llamó a trabajar por una educación de excelencia: pública, gratuita, laica, de calidad integral y humanista. No estaba enojada. Más bien sonriente, y definió que para ella la educación que hoy tenemos no responde al tiempo en que vivimos, nuevas corrientes de pensamiento y una nueva sociedad “nos obligan a cambios que debemos encabezar los maestros y maestras vayamos por su excelencia, maestros y maestros, como ha sido siempre, por nuestros niños/as y adolescentes”.
Si este discurso no es su regreso, no entiendo. Sin temblar acusó a quienes la traicionaron al definir que el sindicato está en crisis, según se percibe en cada rincón del país, fue cuando llamó a la unidad en un tiempo que exige al SNTE ser una organización firme y determinada. Luego acudió a la historia, recurso usado con precisión: “fuimos una organización fuerte de una larga y compleja historia, pero nunca se habían enfrentado a la autodestrucción producto de la abyección”.
En el seno del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación hace cerca de 40 años surgió la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, (la CNTE) organización surgida para oponérsele, y que ella, a la luz de muchos hechos, cobijó. Uno de sus fundadores, del ex partido comunista, según algunos analistas podría ser el nuevo dirigente oficial. Ella entretelones en la conferencia de prensa, al actual, lo llamó traidor.
Aunque en las redes sociales no hay confianza y existe una profunda confusión para interpretar su liberación, ella estaba en lo suyo. Dijo más. “Maestras y maestros, en esta hora con la frente en alto están llamados a una gran hazaña, que exige unidad, responsabilidad, integridad, palabra veraz, con amor a la gente”, para rematar diciendo que el tiempo le dio la razón y ella no tiene más lealtad que con los agremiados.
La vuelta de la lideresa abona a la incertidumbre. Parece que estamos al frente de grandes escenarios teatrales, precisamente cuando todo lo reciente quiere ser borrado y lo que es verdad es que la crisis educativa está determinando la imposibilidad del cambio. Ella parece que ha vuelto a la política, y a pelar por lo que considera suyo. No habló nunca de conciliación. En los próximos días aparecerá en nuestro ambiente político toda clase de conjeturas. Habrá choque con los empresarios, decididos apoyadores de lo que ha sido la Reforma Educativa del sexenio, expresiones sesudas sobre el futuro inmediato van a multiplicarse, ya que el gobierno que entrará en diciembre precisamente ha ofrecido echar para atrás esa reforma.
Elba Esther es una mujer atrevida. Se enfrentó a su partido, fue expulsada del PRI, creó su propio partido político, que en sus inicios dirigió su hija, hoy su familia forma parte de quienes están muy de cerca del presidente electo. Habló de cambios, esos en boga, esos que no se saben cuáles serán.
Acusó al gobierno: “No se ahorraron recursos ni tinta, desde una visión mediática, para tratarme con una dureza que sólo una orquestación perversa podía propiciar». Y dijo: «Lamento que nos hayan responsabilizado de la compleja situación educativa del país, cuando la mayoría de los maestros hacen lo mejor que pueden con las herramientas insuficientes que el gobierno les da. Se prefirió gastar en propaganda que invertir en un programa de reactivación escolar».
Luego fue muy clara: «lo que viene debe plantearse con cuidado, sin obsesiones, ni odios» ya que se debe estar a la altura de los retos por venir. El mensaje fue trasmitido en vivo, a esta hora es la comidilla del día y será interesante lo que viene. Al tiempo.