Peña Nieto no quiere debatir porque no tiene proyecto: PRD
México, DF.- La negativa de Enrique Peña Nieto a contrastar sus propuestas con las de los precandidatos de los otros partidos en debates semanales durante los próximos meses, como propone Andrés Manuel López Obrador, responde simple y sencillamente a que el priísta no tiene proyecto de nación y no tiene la preparación ni la capacidad de debatir abiertamente fuera de un guión como en una telenovela. Lo que tiene es miedo.
Dice Peña Nieto que sólo debatirá con quienes sean candidatos de los demás partidos y no con quienes aspiran, pretenden o estén buscando serlo, pero olvida que en este momento legal y jurídicamente él también es precandidato. Con su renuencia a que la gente conozca las verdaderas intenciones que tiene el PRI respecto a nuestra nación y sus recursos, el priista demuestra la verdadera estatura política que tiene.
Nuestro país necesita un verdadero estadista con mucho más que “carisma” para sacarlo del marasmo en el que se encuentra luego de más de 72 años de malos gobiernos priistas y de 11 años de panismo que resultaron más de lo mismo.
No es extraño que Carlos Fuentes haga público su respaldo a Andrés Manuel López Obrador y se refiera a él como el estadista que requiere la nación. Lo hace consciente de que la ignorancia no puede gobernar nuestro país y que un proyecto lleno de “Moreiras” y “gobers preciosos endeudadores” nos llevarían al fracaso, la corrupción y a una regresión autoritaria que se muestra claramente en ese temor a mostrarse ante la población tal y cómo son a través del debate abierto de las ideas y las propuestas.
Para decirlo coloquialmente, el ex gobernador del Estado de México “le saca” a que su ignorancia sobre la realidad del país quede en evidencia, como sucedió en la Feria del Libro de Guadalajara, cuando no supo responder qué títulos lo han inspirado a lo largo de su vida, o a repetir frases peyorativas como “no soy la señora de la casa”, cuando le preguntaron cuánto costaban los productos de la canasta básica.
El contrastar propuestas es un valor de la democracia y los ciudadanos tienen derecho a conocer las propuestas de los candidatos de las más diversas maneras, no solamente a través de spots prefabricados.
El PRI, como el crucero que naufragó frente a las costas de Italia, tiene un capitán con miedo a debatir, con pánico a verse exhibido y ahondar su estrepitosa caída en las encuestas y las múltiples fracturas internas que ya presenta en todo el país, a las que Joaquín Coldwell sólo ha atinado a decir “que renuncien los priístas si no les gustan como se están imponiendo las candidaturas”.
Los cambios en la dirección nacional priista buscan enderezar el barco que empieza a naufragar. En la izquierda y el PRD estaremos abiertos a recibir a quienes tengan un espíritu democrático y quieran por convicción transformar nuestro país para tener un futuro con justicia, equidad y progreso.