Palabra de Antígona | Impunidad en el feminicidio de la primera diputada federal

SARA LOVERA

Aurora Jiménez de Palacios, primera diputada federal mexicana (1953)  fue asesinada el 17 de abril de 1959. Tenía 32 años. La avioneta en que hacía un vuelo de Mexicali a la Ciudad de México explotó por una bomba; con ella perecieron 27 personas.

Viajaba para entrevistarse con el presidente Adolfo López Mateos. Le iba a entregar pruebas de la corrupción del gobierno y una lista de oprobios que vivía. Estaba en campaña para el gobierno municipal. Durante años se ha pensado que se trató de un accidente. Su nieta asegura que no fue así y que ahora tiene toda la documentación que lo prueba.

Suena durísimo, es una revelación que te deja fría. Es un feminicidio político que durante  66  años ha quedado en la impunidad. Todos los informes y semblanzas y pequeñas biografías, oficiales o no, señalan que esta joven defensora de las y los trabajadores en Baja California murió en un accidente aéreo. La avioneta de “Los Tigres Voladores” se cayó.

El relato de su hija, Martha Aurora Jiménez ilustra. En un momento le pregunté: ¿por qué no denunciaron inmediatamente?

“No mija, porque se empezó una cacería de brujas contra la familia, se intervinieron teléfonos, mataron al jefe de la Policía Judicial (Jesús Fernández Palacios)  que tenía copia de la documentación que mi mamá llevaba a México para demostrar los desfalcos y una serie de raterías que había en el gobierno. Esa noche habían balaceado la casa con nosotros adentro. A la mañana siguiente vino un sheriff de EU por nosotros, nos metieron a la cajuela de su carro y nos llevaron a Calexico, California, dónde vivimos por cerca de seis meses mientras terminaba el gobierno estatal de Braulio Maldonado.  No sé podía hacer ni meter denuncia alguna porque estábamos amenazados de muerte”.

El relato de los hechos y las circunstancias me los contó su nieta Karina Vildosola Palacios en un episodio del podcast de La Lovera que mañana podrá escucharse .

Karina está ahora escribiendo la vida de su abuela. Asegura que ha reunido toda la documentación para  demostrar que Braulio Maldonado fue el responsable. Lo afirma muy segura. Dice que tiene pruebas de que a la avioneta se le colocó una bomba y documentos de la corrupción que iba a denunciar.

Ella fue la primera diputada federal; su nombre está en letras de oro en el Congreso de Baja California; un auditorio de la Cámara de Diputados también lleva su nombre; de ella se han publicado repetidamente sus discursos, su tarea legislativa, su tarea de  abogada laboral; era sin  duda una mujer molesta para el poder. Asesoró la huelga de una empresa cervecera, lo mismo hizo con  las piscadoras de algodón y organizó mujeres. Sabemos cómo cobra esas cosas el sistema.

Aurora Jiménez de Palacios fue  diputada federal por Baja California, elegida en 1953 cuando esa entidad todavía era un territorio. En 1952 se logró el voto femenino. Por eso ella pudo ser la primera diputada federal. Hasta 1955 en elecciones intermedias votaron todas las mexicanas y se eligieron a las primeras cinco diputadas.

Aurora nació un 9 de diciembre de 1925 en Tecuala, Nayarit, estudió su primera licenciatura en la Universidad de Guadalajara, luego Leyes. De su vida escribió Josefina Chávez en el libro Las Indispensables, publicado por el Instituto Nacional de las Mujeres en 2018.

En ese texto, elaborado con fuentes primarias, la autora relata que la familia sostenía que no murió en un accidente. Pero el relato de  Karina Vildosola Palacios es contundente. Habrá que escucharlo, habrá que esperar la biografía y está en la mesa el presunto feminicidio. Se me ocurre que podría hacerse una investigación ministerial. Veremos