Obtendrán plaza el 98 por ciento de docentes examinados

México, DF.- Casi todos los maestros que concursaron por una plaza «aprobaron» el Examen Nacional de Habilidades y Conocimientos Docentes.
¿El secreto? Sólo necesitaban un 3 de calificación.
Así quedó reflejado ayer al revelar la SEP que, prácticamente, el 98 por ciento de los que se presentaron la semana pasada a la prueba nacional podrá obtener una plaza.
Todos aquellos que contestaron correctamente 24 preguntas o más, de un total de 80, quedarán en la lista de prelación, es decir, colocados de mayor a menor puntaje, y, con base en este registro, se harán acreedores a un puesto.
Sin embargo, sólo tres de cada 10 alcanzaron más del 62 por ciento de aciertos al responder bien a 49 preguntas o más.
Este año, según la SEP, sólo el 2.27 por ciento de los aspirantes «reprobó» el examen, es decir, tres mil 115 candidatos de los 137 mil 254 que en total participaron.
Jorge Santibáñez, ex titular de la Unidad de Planeación y Evaluación de la SEP, afirmó que el concurso nacional se redujo a una lista de «presuntos aprobados».
«En lugar de ajustar el concurso hacia la calidad, el proceso se ha ido ajustando a los intereses del sindicato», expresó.
De haber una plaza disponible a lo largo del ciclo escolar 2011- 2012, los mentores con una calificación menor a 60 por ciento de aciertos podrían obtenerla.
Lo anterior significa que esos maestros, egresados de las normales e incluso algunos dan clases, pero no tienen una plaza de tiempo completo, no alcanzaron a contestar correctamente ni 47 preguntas de un total de 80 de que consta el examen.
Se trata de un ejército de maestros (64.93 por ciento de los aspirantes): 89 mil 119 que quedaron en la lista de espera para ocupar una plaza, a los cuales hay que sumar cerca de 25 mil que están en la lista de espera de los últimos dos concursos de plazas.
De acuerdo con el método de calificación que aprobó el Órgano de Evaluación Independiente (OEIF), la SEP y el SNTE, sólo quedarán sin derecho a plaza los que obtuvieron menos de 30 por ciento de aciertos, es decir, 24 preguntas de un examen de opción múltiple de 80, que representan 2.27 por ciento de los 137 mil 254 aspirantes.
El resto de los aspirantes, 134 mil 139, fue «aprobado» y las plazas de preescolar, primaria y secundaria se otorgarán, según informó la SEP, de mayor a menor puntaje.
Dado que este año disminuyó el número de plazas que se abrieron a concurso (21 mil 431), éstas sólo alcanzarán a otorgarse a aquellos maestros que lograron un porcentaje de aciertos superior a 68 por ciento.
Incluso la SEP señaló que en los tres concursos anteriores, a los maestros que se les ha asignado una plaza han obtenido en el examen un promedio de aciertos de 67 por ciento.
Este año sólo 15 por ciento de los aspirantes obtuvo un porcentaje mayor a ese, lo que muestra un avance en relación con el año pasado, que fue de 12 por ciento.
El OEIF, compuesto por 70 personas, 35 de ellas nombradas por el SNTE y el resto por las secretarías de Educación de los estados y la SEP, determinó que para estar en la lista de prelación sólo era necesario responder más de 30 por ciento de aciertos.
Determinó también que los resultados se expresarían en una sola categoría: «No aceptable», cuando en los Concursos anteriores había tres categorías: «Aceptable», «Requiere Nivelación» y «No Aceptable».
El año pasado 26 por ciento de los maestros se ubicó en el nivel Aceptable, 70 por ciento en Requiere Nivelación y el resto en No Aceptable.
Los maestros que obtuvieron el año pasado el nivel de Aceptable tuvieron un promedio de aciertos de 67 por ciento; mientras que aquellos que se ubicaron en la categoría de Requiere Nivelación obtuvieron en promedio 50 por ciento.
El examen, elaborado por el Centro para la Evaluación de la Educación Superior (Ceneval), consta de 110 preguntas, de las cuales sólo 80 son válidas.
El promedio de aciertos que este año obtuvieron los maestros fue de 56.57 por ciento. La entidad con el promedio más bajo fue Tabasco, con 49.66, y la del promedio más alto fue Querétaro, con 61.32.
Acusan injerencia del sindicato
Jorge Santibáñez, ex titular de la Unidad de Planeación y Evaluación de la SEP, lamentó que lejos de ir perfeccionando el proceso del concurso de plazas, hay elementos que indican que se ha reducido a la elaboración de una lista de aprobados.
«Los que sacaron menos de 30 por ciento de aciertos significa que sólo tuvieron mala suerte en un examen de opción múltiple que si le atinas puedes contestar correctamente hasta 20 preguntas, por eso el concurso se limita a elaborar una lista, y me parece que ese no era su objetivo.
«Muchas cosas se aceptaron en un principio en aras de irlas mejorando, pero se constata que con el paso del tiempo, las cosas empeoran», señaló quien fuera el responsable del primero y segundo concursos de asignación de plazas, tras las firma de la Alianza por la Calidad de la Educación.
En tanto, Rafael Vidal, director del Centro Nacional de Evaluación (Ceneval), reconoció que con el concurso de plazas no se elige a los mejores maestros, sino a lo mejor de lo que se tiene.
«Se escoge a los mejores de los que se tienen», dijo Vidal, responsable de la elaboración del Examen Nacional de Habilidades y Conocimientos Docentes.
Aseguró que la prueba está hecha para que ningún maestro obtenga 100 por ciento de aciertos y para que el promedio ronde 50 por ciento.
«Casi ninguno lo obtiene (100 por ciento de aciertos), si lo obtuvieran muchos, la prueba no los estaría midiendo bien, y sí hay quien lo logra, pero son muy pocos», expresó.
El funcionario destacó que no se gana nada si se pone un examen muy difícil, porque el sistema toma a los mejores hasta donde las plazas alcancen.
En torno a establecer como mínimo el 30 por ciento de los aciertos para estar en la lista de prelación, dijo que ésa no fue una decisión del Ceneval, sino del Órgano de Evaluación Independiente (OEIF), conformado por 70 personas nombradas por el sindicato, los secretarios de Educación de los estados y la SEP.
«La mayoría de los maestros acceden a la plaza con una calificación muy superior a esa (de 30 por ciento), eso fue como una especie de piso: pero por abajo de eso, nada», señaló en entrevista.
Vidal señaló que él sugirió, sin éxito, poner la línea de corte más arriba, y que en los casos donde los postulantes no alcanzaran la línea de corte, se les diera un contrato temporal, con la condición de que volvieran a presentar el examen hasta pasar la línea de corte, para obtener la plaza definitiva.
Reforma
0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest

0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x