Narcofest
NOEMÍ LUNA AYALA
Las herencias malditas de Andrés Manuel López Obrador le pasan factura a su sucesora, la presidenta Claudia Sheinbaum. La crisis más grave que recibió es la de inseguridad, derivado de la fallida estrategia “abrazos no balazos”.
La indolencia de abrazar a la delincuencia no sólo tiene a México sumido en el miedo, asesinatos, desapariciones forzadas y bajo el poder de un narcogobierno; sino que también lo tiene en una crisis de relaciones internacionales y diplomáticas con Estados Unidos.
A nadie le gusta que el Presidente del país vecino sea un bravucón y nos esté amenazando. ¡No, no lo festejamos!
Pero, tampoco podemos negar que es culpa de la transformación de cuarta que Trump amenace a México con aranceles, porque bajo la complacencia del Sr. López se empoderaron los cárteles, que por nuestra nación trafican el 90 por ciento de las drogas que llegan a USA.
En especial el fentanilo, que al año mata a 70 mil estadounidenses por sobredosis, a razón de nueve fallecimientos cada hora. Y, por supuesto, somete a México a una crisis de inseguridad que deja miles de fallecidos por daños colaterales.
Ese es el tamaño del problema que López Obrador negó durante todo su sexenio. Ahora quien encabeza el narcogobierno lidia con las consecuencias.
Realmente Trump no otorgó ninguna dispensa a México al extender al 2 de abril la entrada en vigor de las tarifas a las exportaciones; fue una concesión a la industria automotriz norteamericana.
Por eso, el “NarcoFest” convocado por la presidenta en el Zócalo nunca tuvo el propósito de ser un acto de unidad nacional, sino un evento partidista para vapulear al Poder Judicial y promocionar la “elección judicial”, que les permitirá colocar juzgadores a modo y en muchos casos, lamentablemente, impuestos por el propio narcotráfico.
Al “NarcoFest” se desviaron mil 500 millones de pesos para organización y acarreos. Dinero que ya no se aplicará en infraestructura, educación ni compra de medicamentos.
Tan mal le resultó a la presidenta la “asamblea informativa” simulada que los dirigentes de su partido y aliados demeritaron otra vez su liderazgo dándole, literal, la espalda por “descuido” en el evento.
A EU no le gustó la celebración adelantada. El representante de USA ante la Comisión de Narcóticos de la ONU, Cart Weiland, advirtió que “es pronto para festejar”, pues hay mujeres y niños que mueren por las balas y hay que contener el tráfico de drogas.
Lamentablemente hubo una tragedia: uno de los camiones de acarreo se accidentó, con saldo fatal de 18 fallecidos y 25 heridos.
Hoy Trump aplica los aranceles del 25 por ciento al acero y aluminio y el 2 de abril iniciarán otra vez las negociaciones, las amenazas y, posiblemente, el inicio de aranceles recíprocos.
Es hora que el oficialismo defienda la soberanía de las y los mexicanos y no quede simplemente en un discurso y en una “reformita” constitucional e inocua.
¡Es hora de que se ponga a trabajar en serio!