Morena defendió el nepotismo

NOEMÍ LUNA AYALA

¡Mentira que Morena quiere combatir el nepotismo!

Es por eso que la iniciativa presidencial de Claudia Sheinbaum no fue aprobada por la mayoría oficialista en las Cámaras de Diputados y Senadores para entrar en vigor en el 2027, sino que la mandaron hasta el 2030, para beneficiar a los “cacicazgos políticos” de siempre.

Sheinbaum no tiene en la oposición a sus detractores; los tiene en su propia casa. Son morenistas y verdes que ya tienen la mira en las gubernaturas que dejarán a sus parientes en el 2027 y que abiertamente contravienen las órdenes de la Presidenta con tal de cumplir sus intereses personales.

Se trata del cacicazgo de los Salgado en Guerrero. El senador Félix pretende suplir a su hija Evelyn en la gubernatura, a la que llegó cuando el órgano electoral le quitó a su padre la candidatura por no presentar el informe de gastos de campaña. Sobre él también pesa una denuncia por violación sexual.

Está el cacicazgo de los Gallardo en San Luis Potosí. El Ejecutivo José Ricardo desea entregar el gobierno a su esposa y senadora, Ruth González. En ese estado el crimen sentó sus reales con la complacencia de las autoridades.

Y, obviamente, el caso de Zacatecas, por demás conocido en nuestro Estado.

El asunto más indignante es la posibilidad de que en el 2030 el narcopartido Morena dé la candidatura presidencial a Andrés López Beltrán, hijo del expresidente de la destrucción de cuarta. ¡Como si el poder se pudiera heredar para consolidar la dictadura!

Esos ejemplos son la punta del iceberg. En los estados y municipios hay cientos de casos similares. No les importa “verse mal a quienes postulen a familiares”, como advirtió Sheinbaum.

Sí, así lo dijo la presidenta que no tiene liderazgo y gobierna bajo la sombra de López Obrador. La presidenta que no pudo poner a su alfil en la Comisión Nacional de Derechos Humanos, porque su mayoría oficialista la desestimó. La presidenta que en su toma de protesta besó la mano a Manuel Velasco, senador del PVEM. La presidenta que fue traicionada por los Judas morenistas y verdes, que se negaron a castigar el nepotismo desde el 2027.

Si el oficialismo quisiera exterminar el nepotismo habría aprobado la iniciativa presidencial, como lo hizo el PAN.

Aún mejor, habría aprobado las dos propuestas panistas contra el nepotismo presentadas en la 65 y 66 Legislaturas por los diputados Paulina Rubio y Elías Lixa, que sugieren aplicar la ley desde este 2025 e impide a presidentes de México y gobernadores imponer a familiares como candidatos hasta después de una década de su mandato, entre otros candados.