Monreal: Una historia que contar
JAIME ENRÍQUEZ FÉLIX
Habíamos arribado a la Cámara de Diputados de manera circunstancial, muchos hombres y mujeres, en aquel parteaguas de 1988. Nuestro candidato, Cuauhtémoc Cárdenas. El otro, Carlos Salinas de Gortari y desde luego, Manuel Clouthier. Nos llamamos “la oposición democrática” y nos faltaban 11 diputados para ser mayoría por sobre el PRI. Estaban Vicencio Tovar, Vicente Fox. Amalia García, José Murat, el actor de Macario Ignacio López Tarso, Juan Sabines y Ricardo Monreal: un gordo de chamarra que cargaba el portafolios de aquel diputado de Jalisco, estratega que se decía pariente de los tequileros.
Grandes debates para instalar el Colegio Electoral. Yo tuve 137 intervenciones y era orador ante Pedro Aspe, ante Ernesto Zedillo, ante Manuel Cavazos, me tocó toda la perrada económica de peso pesado, sin ser economista. Habían quitado a Pablo Gómez de la fracción porque ganaba discusiones, pero perdía todos los votos.
Ricardo Montreal fue un diputado silente. Yo había sido el primer candidato a Gobernador de oposición, por el Estado y por el país, junto con Heberto Castillo, Cristóbal Arias, AMLO el Peje, ya había logrado un porcentaje de casi el 70 por ciento de los votos de mi entidad. Genaro Borrego había tenido 440 mil votos en su momento, y reduje a Arturo Romo a sólo 210 mil votos.
En la siguiente contienda a gobernador me negué a participar. Estaban aspirando al cargo José Quirino, Amalia García, La Polla Ramírez Cuéllar, José Guerrero y algunos otros más. Sin embargo, yo no quise participar, en virtud de que tenía la certidumbre de que no ganaría. Era importante entender que se requería sumar al PRI para derrotar al mismo PRI.
Ricardo Monreal no había competido por el PRI para ser candidato como él lo dice, afirmando además “que fue despojado”. Ni siquiera participó en las internas del PRI, donde no hay conteo sino solamente dedazo. Queda Monreal por el PRD, hace compromisos con todos -que nunca cumple- hace un buen gobierno, pero como Santa Claus, regalando todo. Rifaba un carro en el Sindicato de los Trabajadores de la Educación y después rifaba otros a nombre suyo: ¡qué generoso! Su gobierno de éxitos siempre estuvo salpicado por el narco. Al final, un alcalde de Fresnillo que quería ser candidato a diputado fue secuestrado. La familia de Monreal intervino como mediadores. Este alcalde era parte de su equipo: fue asesinado y los secuestradores se quedaron con el dinero. Los hermanos del asesinado querían venganza e intentaron dañar a los Monreal. La policía los descubrió y aun uno de ellos sigue en la cárcel.
En la elección de gobernador, estábamos en el cuarto de guerra, valorando los votos y sin tener resultados concretos AMLO habló con Zedillo amenazándolo con que incendiaría a la nación si no respetaban el resultado del triunfo de Monreal ¿cuál? Y un acobardado Zedillo cedió y se anunció la primer concertacesión del PRD con Ernesto Zedillo.
Monreal participa para presidente del PRD una vez que terminó su encargo como Gobernador de Zacatecas: no logró un solo voto. Continuó su rumbo con candidaturas plurinominales hasta llegar a la contienda de la Delegación Cuauhtémoc, donde la candidata era María Rojo a propuesta de René Bejarano: la tumban, imponen a un candidato de los Chuchos, Monreal participa con los votos del PRI, con los votos de Bejarano y los de la mafia de la Cuauhtémoc que es mucha.
Hoy, después de vivir de plurinominales -él y sus 14 hermanos- se enfrenta al Rey AMLO imponiéndole condiciones. Aún la telenovela no termina, pero Ricardo Monreal perdió el rumbo, ya fue hecha la encuesta para la Jefatura de Gobierno, donde quedó en cuarto lugar, ya fueron rifados los senadores -no fue incluido- y en la propuesta de ser presidente del partido Morena, allí nadie mandará más que AMLO.
Otra posibilidad es que sea Jede fe Campaña: es tanto como ser el gato, “vete a comprar unos chicles”, y ser Secretario de Gobernación cuando gane AMLO es algo que no ocurrirá. AMLO compite para participar, no para ganar.