Las priístas están sometidas a la política “clientelar”
México, DF.- A las mujeres militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) les hace falta formación política y conciencia de género, para vencer la “visión clientelar” al interior de ese instituto político y lograr un trabajo en equipo a favor de las demandas femeninas.
Así lo señaló en entrevista, Olimpia Flores, ex integrante del Consejo Político del PRI, y quien hace una dura autocrítica de su partido y del papel de las militantes del tricolor.
La ex diputada en la Asamblea Legislativa del Distrito federal y asesora de la precandidata del PRI al gobierno capitalino, Beatriz Paredes, considera que la participación política de las mujeres de su partido se ha “tergiversado” al buscar el poder por el poder mismo, y no defender los derechos femeninos.
Ellas sólo buscan ocupar cargos de poder sin que sus decisiones contribuyan a mejorar las condiciones de vida de las demás mujeres, sus representadas, criticó la feminista.
Flores insistió en que en el PRI prevalece una “visión clientelar” de hacer política, que lejos de construir para el avance de las militantes deviene en el “golpeteo” de unas contra otras.
Mujeres divididas
Olimpia, quien se autodefine como “Beatricista más que priista”, lamenta que en la búsqueda de cargos públicos las mujeres de su partido están divididas: “No hay labor de equipo: de hoy te toca a ti y me uno contigo, sumamos fuerzas y construimos”.
“El lenguaje en el PRI te traiciona; las mujeres dicen ‘mis mujeres’, aunque sean sólo 20 señoras que las siguen; no tienen actitud de abrir sino de proteger a esa pequeña clientela. Y por lo tanto no hay procesos constructivos, ni procesos de conciencia colectiva”, advierte.
Y abunda: “Ellas dicen ‘no voy a ir a una reunión o a un mitin que convoque la otra, porque no le voy a prestar a mis mujeres’; aunque este rasgo no es particular del PRI, sino de toda la política nacional”.
La también ex integrante del Consejo Político de Mujeres del Organismo Nacional de Mujeres Priistas (Onmpri), critica que las militantes “tienen una confusión gravísima, ya que creen que sólo van a llegar golpeando a la de junto y se les va la vida en meterse el pie (unas a otras)”.
Logros mínimos
La priista comenzó a participar en el tricolor en la década de los 80. Además de legisladora, ha tenido un papel relevante como asesora en temas de género en la Cámara de Diputados y en el Onmpri. Cuenta con estudios en economía, historia, filosofía y lingüística.
Olimpia Flores observa que su partido ha avanzado mínimamente en la ampliación de oportunidades políticas para las militantes, y critica que el tema se aborde de manera “frívola”.
La feminista destaca la obligatoriedad de la cuota de 40 por ciento
de candidaturas femeninas para el Congreso de la Unión, estipulada en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), aunque señala que las mujeres en cargos públicos deben contar con bases sociales que las respalden.
“El movimiento feminista y de mujeres adolece de un error estratégico, que es grave: haber supuesto que primero hay que llegar a las posiciones de decisión para que la vida cambie. Ves a las feministas en el asunto de la cuota… y si llegas como diputada sin una masa crítica que te respalde, te cuesta el doble o triple, o no consigues tus objetivos porque la maquinaria del poder y sus vicios te traga”, explica.
Celebra que esa “espantosa costumbre” de empoderar a las mujeres que eran “amantes” de los dirigentes del partido o de los gobernadores “se va desterrando cada vez más”.
Sin conciencia
Olimpia reitera que a muchas mujeres priistas que llegan a cargos de elección no les interesa el tema de género. “Les da pena decir que llegaron por la cuota, porque es como si llegaran de regalo y no por merecimiento”, apunta.
Entonces, “cuando llegan a las cámaras se ocupan de deslindarse de los temas propiamente de las mujeres”, critica Flores. “Ellas llegan de forma muy asimétrica, son enjundiosas, entronas, sobre todo las compañeras que vienen de los estados, quienes se han ganado a punta de golpe y machete sus posiciones”.
Llegan a los cargos después de librar “una batalla muy rijosa, que no construye, genera un liderazgo popular, pero a final de cuentas les hace falta formación”, recalca la feminista.
En este sentido, acusa que la disposición del Cofipe que obliga a los partidos a destinar el 2 por ciento de su financiamiento público para la formación y promoción de cuadros de mujeres “no se ha sabido aprovechar en el PRI”.
Flores recuerda que junto con Beatriz Paredes y la actual senadora María de los Ángeles Moreno, impulsó dentro del partido la discusión sobre la equidad de género, con el fin de abatir los obstáculos que limitan la participación política de las priistas.
“Nos costó mucho que (los varones) entendieran por qué teníamos que hablar de equidad de género, cuando les parecía que si el cuarto constitucional establecía la igualdad, pues no había necesidad”.
Olimpia y las demás feministas en el PRI tuvieron que demostrar las asimetrías de género y la discriminación prevaleciente. Hoy, lamenta, esa labor ha permeado conceptualmente, pero sólo en el discurso, ya que aún se reproducen las mismas formas de hacer política.
Flores no tiene empacho en ocultar que su origen en la política está marcado por “la izquierda de Rosario Robles”.
Así, tajante y directa, Olimpia critica también al virtual candidato presidencial de su partido, Enrique Peña Nieto, por estar rodeado de tecnócratas, “quienes –dice– no tienen sensibilidad ni disposición para escuchar a nadie, a propósito de lo que les implicaría la política pública para las mujeres”.