Las feministas: botín político
SARA LOVERA
Ante la negativa de este gobierno de entender, promover y apuntalar la igualdad entre hombres y mujeres ; reconocer a la violencia de género y su política de recortar sistemáticamente los recursos para programas de igualdad. La simulación en cuanto a políticas de freno a la violencia y su indiferencia ante la impunidad.
Parece es tiempo de repensar el feminismo que necesitamos, el que es necesario reorganizar, con espíritu crítico y racional.
Vemos que no hay voluntad para cumplir con los compromisos internacionales de trabajar contra la violencia en un camino filosófico e interdisciplinario. Ni hay una cruzada para asegurar la despenalización del aborto. Todos asuntos interpelados por lo que conocemos hoy como nuevo feminismo, ese encabezado y movilizado por las jóvenes. Un apetitoso manjar político, sin duda.
En mi computadora me encuentro con dos convocatorias, muy interesantes, que no dejan de producirme interrogantes e inquietudes. Lo que es cierto es que estamos en un momento histórico, donde hemos dejado de ser invisibles y es clara nuestra fuerza.
Así lo comprenden un puñado de feministas, políticas que se han colocado en los últimos 3 años en la crítica y el análisis. Las Constituyentes, Nosotras Tememos Otros datos, y los cientos de colectivos feministas en toda la República, que ha tocado las fibras más sensibles de la real política. No importaba antes dónde podemos poner nuestro voto.
Decir que no es nueva la confluencia, ni la construcción de opciones para “incidir” en la marcha democrática y de políticas públicas para enderezar la opresión, discriminación y violencia contra las mujeres. No es nada nuevo en México, pero ahora, cualquier convocatoria y posibilidades de pensar en organizar a esas colectivas, a esas voces que no se han callado ante el autoritarismo popular y la manipulación del conocimiento del feminismo, del género y de los avances en estadística y documentación de hechos, es un hueco que llenar, donde actuar. Se hace desde una mirada feminista, real y no manipulada, o se debe estar alerta los llamados estrictamente coyunturales y políticos.
Este domingo, aniversario del voto de las mujeres, en las históricas escalinatas de la antigua Cámara Federal, hoy Cámara de Diputados de la capital, se espera la llegada de mujeres feministas a discutir el camino necesario para asegurar la paridad, el laicismo, ejecución de políticas públicas desde la visión transformadora de nuestro feminismo de hace varias décadas.
Se busca a mujeres demócratas, contra la violencia, creyentes de los derechos humanos, la igualdad política y social, defensoras de la laicidad, para organizar desde las bases, desde todos los espacios de incidencia una fuerza política electoral en todo el país contra el patriarcado e incidir en todas las decisiones políticas, más allá de las militancias.
El llamado, en redes cerradas, en redes abiertas, en todo el país dice: si eres feminista y estás dispuesta a luchar por un México sin patriarcado, te esperamos el domingo 17 de octubre, ahí, en las escalinatas de la cámara a las once de la mañana.
Se trata de construir una agrupación política de mujeres, porque es el movimiento feminista de esta nueva época, la única fuerza política vigente, progresista y democrática, firman como Todas por México. Donde todas votamos, todas contamos.
Todas México
La Constitución de Todas México como agrupación política, aunque no se registre por ahora ante el Instituto Nacional Electoral, INE, la idea es construir una agrupación de carácter feminista que permita incidir. Sería como la 19 o 20 intención de una fuerza plural y organizada, desde que en la época de Lázaro Cárdenas se formó el Frente Único Pro Derechos de la Mujer y luego ensayamos, muchas veces, hasta que Mujeres en Plural empujaron la paridad electoral. No lo logramos en otros rubros, tan trascendentes, como la violencia. Aunque en esta época Nosotras tenemos otros Datos, ha sido muy importante.
Aunque no lo dicen, se sabe que lo que fue el movimiento feminista institucional, está desarticulado, en silencio frente al crecimiento de la violencia y por supuesto ante la indiferencia gubernamental. Lo más grave es que se ha instalado una nueva simulación, peor que antes.
Por ejemplo, el engaño de políticas inexistentes y la manipulación de las necesidades de las más pobres. El asistencialismo evidente y populista con la evidente complicidad de algunas mujeres muy inteligentes, pero ahora completamente adheridas a la 4T.
Interesantes las convocatorias que comento. La de la ciudad, desde la jefa de gobierno, me parece muy clara la intención de Claudia Sheinbaum Pardo y su grupo, se vale, ella señalada, entre varias personas, para suceder a Amlo en 2024,
Se trata de un llamando a un Festival, – las masas que gustan a Amlo- denominado Voces Feministas en Tiempos de Transformación. ¿Un festival? ¿cómo?
Lo promueven mujeres muy respetables, mujeres ahí, bajo el cielo, como las asambleas donde Amlo acuerda con mano alzada, cualesquiera cosas. Esta vez la cita es en el Monumento a la Revolución, con un formato de asamblea masiva para discutir ejes de la política feminista, donde no aparecen los derechos sexuales y reproductivos, ni el aborto.
El llamado, se hace con un diagnóstico a modo, señala que el festival de 9 a 17 horas, será el 23 y 24 de octubre. Dice que el movimiento feminista, amplio, creativo y diverso, se ha convertido en la avanzada de la lucha política en todo el mundo.
Pero especialmente las jóvenes, reconoce, se están organizando para poner un basta a las terribles violencias y a la opresión que sufren cotidianamente en una sociedad desigual. ¿Terribles violencias? o sea, pensar en lo terrible, es no pensar en lo estructural.
Dice que las jóvenes y su lucha ha irrumpido en las escuelas, los trabajos, el campo, el hogar, las comunidades, los barrios, las instituciones, la sociedad civil, el espacio digital y la calle, donde se han movilizado por la transformación radical de las condiciones sociales aquí́ y ahora.
Desde la 4T se afirma que las mujeres buscamos terminar con todas las opresiones y todas las violencias, con aquellas que nos atraviesan de forma particular, pero que también calan a toda la sociedad. Realmente el lenguaje es críptico.
Dice que se trata de una lucha por la justicia social en un sentido amplio y profundo, que converge con las izquierdas y los movimientos sociales y populares, con quienes comparte un espíritu de transformación. Esto es abstracto.
Luego la catilinaria de esta administración: “este espíritu no es compatible con los privilegios, los autoritarismos y la mercantilización, como tampoco es compatible con el neoliberalismo, que ha sido gran enemigo de las mujeres, de las comunidades, de las clases trabajadoras y de todo el pueblo mexicano”. Es el neoliberalismo y no el sistema patriarcal. Claro no se puede enfrentar al caudillismo que vivimos.
Y le entra al tema partidario y electoral, para la jefa de gobierno, claro. Señala que en la coyuntura política en la que nos encontramos en México actualmente, donde la lucha de las mujeres se puede convertir en un botín político y en un producto mediático y comercial, se vuelve necesario abrir un gran debate, para sumar las muy diversas voces y expresiones de los feminismos de izquierda y de las mujeres organizadas que luchan y resisten la opresión. Por supuesto que no puede ser autocrítica la convocatoria.
Y se refiera a la transformación anti neoliberal, se convoca a un gran debate donde se escuchen estas voces. ¿las de las jóvenes, las de las afiliadas a Morena? ¿las de las institucionales que están calladitas? ¿las de las funcionarias, 80 por ciento sin historia feminista? O qué, ya se dieron cuenta de que el voto cuenta. En fin, señalan que será posible confluir en un espacio seguro, libre y democrático, donde se intercambien experiencias, se discuta y se escuche colectiva y respetuosamente.
No me puedo imaginar cómo se hará. No puedo.
La idea, el propósito, dice, es identificar lo que nos unifica como pensamiento crítico y praxis transformadora, feminista y anti neoliberal. Nos habla de patriarcado, de violencia, pero no de género, nos lleva a las ancestras” internacionales”, no a las nacionales.
Omite los temas nuestros: la libre opción, el aborto, la libre decisión, la autonomía económica y fundamental, el laicismo. La agenda feminista es de todos los tiempos, del patriarcado, sí, es de izquierda, pero no es populista. En fin, veamos que es un intento interesante, inscrito en la campaña de la jefa de gobierno, que ya ha comenzado.
Esta es la lista de temas a discutir. Vean lo que sobra, lo que falta y lo que engaña: Feminismos de izquierda y anti-neoliberales en tiempos de crisis; neoliberalismo y violencia contra las mujeres; Despatriarcalizar el Estado y la política; Las mujeres y las luchas comunitarias por el territorio; Contra la matriz de opresiones: clase, raza y género; Las mujeres y el derecho a la ciudad; Pandemia y crisis: economía sostenible y de cuidado; Violencia y justicia: cuerpos, identidades y autodeterminación; Nosotras y el feminismo: promesa y revolución del siglo XXI y Ellas, que nos abrieron caminos (homenaje internacional).
O sea, debemos prepararnos a lo que viene. Precisamente todo me hace pensar que, por fin, las mujeres somos noticia. En el México de un machismo aterrador, el de las resistencias, incluso el de la ceguera de género, ahora resulta, sí, en el proceso electoral adelantado para 2024, las mujeres para la 4T, si somos botín político.
Importante actuar con sigilo, con amplia capacidad de razonamiento, con hondura en el análisis, con comprensión de nuestra agenda; ojo con la manipulación de la justicia, esa que es ciega y genera impunidad. Veremos.